El economista y profesor universitario, Pedro Palma, hizo un análisis del impacto que tendrá la aplicación de la nueva Ley de Costos, Precios y Ganancias en el conntexto venezolano. Dijo que el «condenar a los productores a trabajar a pérdidas» es insostenible en el tiempo.
Palma señaló que el obligar a que se bajen los precios de los productos sin que se tome en cuenta los cotos de producción de los mismos «está muy lejos de ser la forma de controlar la inflación» en el país.
Aseguró que es necesario «revisar los precios y hacer aumentos para evitar graves problemas de desabastecimiento y escasez» y que se produzca, adicionalmente, un rebote inflacionario en el país.
Sobre el caso de Zimbabue, dijo que «es impresionante ver las similitudes» con Venezuela, pues durante el gobierno de Robert Mugabe en 1987 se prohibió la inflación y se tomaron medidas «como ordenar la reducción de precios sin evaluar los costos de operación y reposición».
Palma agregó que de repetirse los niveles de inflación de octubre en noviembre y diciembre, la inflación de 2013 cerraría en 60%. Indicó que estas cifras están limitando y contrayendo la capacidad de compra de los venezolanos.
Explicó que este proceso inflacionario se debe a que el Banco Central de Venezuela está financiando el gasto del Gobierno con la impresión de dinero inorgánico (sin respaldo en las reservas).
Agregó que esto ha incrementado la demanda en el país porque existe «una enorme masa de dinero», pero hay mayores restricciones en la oferta, según explica, producto de las nacionalizaciones y los pocos incentivos a la producción nacional. Sobre esto, recomendó estimular la producción y hacer que el aparato productivo sea competitivo.
Fuente: GV
