Familiares de reclusos del Centro Penitenciario de Occidente –mejor conocida como cárcel de Santa Ana–en el sur del Táchira, solicitarán por medio de los diputados de oposición de Consejo Legislativo la intervención de funcionarios de la Cruz Roja Internacional para que ingresen al internado judicial y constaten la situación de los presos ya que, indicaron por teléfono voceros de los reclusos, hay cuatro personas fallecidas y ocho heridos, algunos de gravedad, por las presuntas acciones armadas de la Guardia Nacional Bolivariana que se llevan a cabo desde el miércoles de la semana pasada.
Este domingo, según los voceros de los presos, los militares dispararon varias veces y ocho reclusos resultaron heridos. Dijeron que tres requieren atención médica con urgencia.
“Lamentablemente fallecieron tres de la población (penal) que se suman a otro que ya había fallecido por esos disparos cobardes del miércoles. De los heridos hay dos que requieren ser hospitalizados: uno recibió un tiro en el estómago con exposición de vísceras y otro preso en la pierna. Los demás tienen heridas leves, roces de bala”, dijo el vocero. De los muertos solo se supo sus apellidos: Arismendi, Villamizar y Sierra.
“Nos tienen en un solo bloque, asediados y sin agua. De vez en cuando pasan echando tiros para ver si hay reacción, pero no ha habido ninguna. Quienes quieran venir a conversar con nosotros tienen su seguridad garantizada”, agregó.
El gobernador José Vielma Mora negó que haya muertos y heridos dentro del penal.
Gases en las afueras. La entrada principal al Centro Penitenciario de Occidente está custodiada por antimotines de la GNB y una tanqueta atravesada a lo ancho del portón de malla. En las afueras del primer edificio un autobús y otra tanqueta flanquean la entrada de requisa de visitas y entrega de cédulas de identidad.
Los presos manifestaron que quieren diálogo con la ministra Iris Varela y con la presencia de sus familiares porque se oponen al traslado a otras cárceles.
“Los que no son de Táchira son de los departamentos vecinos de Colombia. Nuestros familiares están cerca y eso causaría más retardo procesal porque si no nos llevan a los tribunales, que está a casi 30 minutos de distancia, imagínese cuando estemos a 24 horas de aquí”, dijo por teléfono otro de los voceros de los reclusos.
Los familiares señalaron que este domingo les dispararon gases lacrimógenos para dispersarlos y para evacuar la entrada principal. Exigen mejor trato de las autoridades encargadas de la vigilancia interna y externa del penal. En una semana no han podido ver a sus parientes presos.
“¿Cómo es posible que la ministra Iris Varela no haga presencia aquí? El Plan Desarme hágalo de buenas maneras porque va a haber más muertos. Así como la hemos apoyado, queremos que nos apoye a los familiares”, dijo Deisy Durán, hermana de un recluso.
María Jurado, madre de un recluso, expresó: “Aquí no hay animales sino seres humanos. ¿Cómo es posible que la Guardia Nacional Bolivariana arremeta contra nosotros con gases lacrimógenos? Exigimos la presencia de la ministra Varela. Ella tendrá otro estatus distintos, pero es tan humana como nosotros. No sé si mi hijo estará bien o estará mal”, expresó.
Dos semanas de reyertas
A causa de reyertas el sábado 19 de abril fueron asesinados Richard Molina y Pedro Quintero durante la visita. Al día siguiente, presuntamente en venganza fueron asesinados Dionisio Guiza Rojas y Frank Joya Pulido, y otros 11 resultaron heridos con objetos punzopenetrantes y armas de fuego. Una bala de las que dispararon dentro del penal hirió a una mujer que pasaba por las cercanías de la cárcel y fue identificada como Lucila de Peñaloza. El miércoles 23, durante un procedimiento de orden y requisa, habría resultado muerto un recluso identificado con el apellido Jiménez, cuyo cuerpo permanece en el CPO.
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