Según la información suministrada por el Gobierno venezolano a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), la producción de crudo en el país subió un promedio de 50.000 barriles por día (bpd) en marzo, pero las fuentes secundarias de la institución reconocen un incremento de apenas 3.000 barriles en este lapso.
De acuerdo con el informe mensual de la OPEP, Venezuela bombeó un promedio de 695.000 barriles diarios (bd) en el tercer mes del año, lo que deja una media, para el primer trimestre de 2023, de 693.000 barriles por día, superior en solo 15.000 bpd a la reportada en 2022.
Mientras el Gobierno reivindica una extracción de 754.000 barriles diarios en marzo, para un promedio trimestral de 731.000 bd, 15.000 barriles por día más que la media reportada oficialmente en 2022, la cual alcanzó 716.000 barriles diarios.
El incremento de 50.000 barriles diarios, según la información oficial, se puede calificar como una recuperación contundente frente al descenso de 28.000 bpd que el Gobierno venezolano reconoció en febrero.
La brecha entre el reporte de las fuentes secundarias de la OPEP y el del Gobierno alcanza a 59.000 barriles diarios, una diferencia que puede explicarse, en primer lugar, por una menor exportación de crudo por parte de PDVSA, afectada por una masiva investigación anticorrupción y un proceso de auditoría de contratos, ordenado por el nuevo ministro de Petróleo, Pedro Rafael Tellechea, que ha paralizado la mayoría de las ventas externas de la empresa.
Mientras que el aumento reportado por el Ejecutivo venezolano básicamente se explica por el incremento del bombeo gestionado por la estadounidense Chevron, luego que el Gobierno de Estados Unidos le permitiera ampliar sus operaciones en el país para incrementar el flujo de crudo pesado a refinerías norteamericanas.
Según el registro de fuentes oficiales de la OPEP, Venezuela fue el país que más incrementó su producción en marzo, al tiempo que el reporte de fuentes secundarias muestra que Arabia Saudita lideró al grupo con un aumento promedio de 44.000 barriles por día, en un contexto donde la inmensa mayoría de los productores redujo su actividad.
Un detalle que genera incertidumbre sobre la sostenibilidad del incremento de la producción petrolera venezolana es que el número de plataformas de perforación activas se mantiene en solo tres, un número históricamente bajo si se mira la historia petrolera del país con perspectiva de largo plazo.
Bajan los precios
Marzo cierra como un mes de descenso de precios en el mercado petrolero internacional. En consecuencia, el crudo Merey venezolano promedió un valor nominal de 57,25 dólares por barril, una caída de 4,70 dólares en comparación con el mes anterior.
En el primer trimestre del año, la cotización promedio del crudo venezolano fue de 60,19 dólares por barril, un descenso de 7,4% en comparación con el promedio del mismo lapso del año pasado.
El Merey de 16 grados API venezolano es el crudo menos valioso de la cesta OPEP; de hecho, su precio promedio en marzo quedó 21,2 dólares por debajo de la cotización de la organización, que se ubicó en 78,45 dólares.
La situación es muy grave, porque Venezuela debe colocar su menguada producción de hidrocarburos con descuentos, debido al impacto negativo de las sanciones impuestas a PDVSA por Estados Unidos. Expertos señalan que, posiblemente, Venezuela debe asumir una pérdida de entre 20 y 25 dólares por barril en la actualidad.
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