El Gobierno del presidente Nicolás Maduro está tratando de atraer y asegurar inversiones extranjeras en el área gasífero del país.
Ante ello, el presidente de Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) y ministro de Petróleo, Pedro Rafael Tellechea, y el canciller venezolano, Yván Gil, sostuvieron, hace poco, reuniones con representantes diplomáticos de la Unión Europea, España, Francia, Italia y Alemania, con la intención de «evaluar oportunidades de cooperación energética».
Cabe destacar que Venezuela tiene las octavas mayores reservas de gas natural del mundo comprobadas, pero podría pasar al cuarto puesto una vez que se certifiquen los yacimientos marinos.
En el mes de mayo de 2023, el presidente de PDVSA, Pedro Rafael Tellechea, concedió una licencia a las empresas Repsol y Eni para exportar gas natural licuado (GNL), desde Cardón IV.
De la misma forma, la estatal petrolera venezolana estaría negociando con Repsol y la empresa petrolera francesa Maurel et Prom el reacondicionamiento de las plantas de compresión que capturan el gas que se quema, según publicó Bloomberg en Línea recientemente.
Estas empresas estarían esperando la aprobación por parte del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, con el fin de evitar posibles sanciones que los afecten.
Por su parte, Trinidad es otro país que recientemente ha tenido conversaciones con el Gobierno venezolano para exportar gas natural desde el yacimiento marino «Dragón», con una capacidad de 4,2 billones de pies cúbicos (tcf), según reseñó World Energy Trade.
Lo que podría recibir Venezuela
Hace poco, Antero Alvarado, socio director de Gas Energy Latin America en Venezuela, expresó que el negocio del gas es una industria de infraestructura y si no tienes infraestructura no le vas a llegar a todos.
Dijo que existe un potencial de crecimiento de demanda en el mercado interno venezolano muy grande y eso se va a cubrir en la medida en que le llegue gas a los sectores.
«Pareciera que la única manera de rentabilizar el negocio del gas es mirar fuera de nuestras fronteras», resaltó.
Señaló que dependiendo de dónde se venda el gas, se podría hablar de alrededor de US$1.500 millones anuales en ingresos para el país: «esto no está en la misma liga que el tema petrolero, pero este es un negocio que también hay que mirarlo».
Destacó que el sector privado podría ser quien logre llevar el negocio del gas, puesto que «está descartado» que Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) pudiera hacerlo: «ha tenido varios intentos y no lo ha logrado».
Globovisión