Pdvsa busca mecanismos para enviar gas a Los Andes

Pdvsa busca mecanismos para enviar gas a Los Andes

Las protestas en las calles y vías de los estados Mérida y Táchira han generado dificultades para el suministro de mercancías y bienes, pero también de combustibles, en medio de un clima de conflictividad y quema de objetos en las calles.

 

Ante esta situación la distribución de gas propano en bombonas, que constituye el grueso del suministro en la región andina, incluyendo al estado Táchira, ha sido afectada, llevando a Pdvsa a «buscar mecanismos de contingencia para la distribución del gas», según explicó el presidente de la estatal y ministro de Petróleo y Minería, Rafael Ramírez.

 

El funcionario señaló que han estado lidiando para lograr el abastecimiento de combustibles -tanto gas como gasolina-, pues la larga ruta desde los llenaderos respectivos es susceptible de ser interrumpida por las protestas.

 

«Los camiones estacionarios de gas salen de Ulé, recorren toda la Costa Oriental del lago y después debe ir a Los Andes. Y cualquiera de esas trancas impiden que llegue el camión», explicó Ramírez, quien agregó que en las bombas de gasolina existen reservas de combustible que Pdvsa ha autorizado sean vendidas «para siempre garantizar el suministro.

 

Enfatizó que hay que parar el despacho «si alguien va a quemar un camión de gas», pero que buscan la forma de entregar los carburantes pues «al final no es nuestro objetivo castigar a la población».

 

Agradeció a la Fuerza Armada Nacional por articularse con Pdvsa para garantizar la entrega de los combustibles, y advirtió a quienes queman objetos en las calles que «las gandolas de gas y combustibles explotan muchísimo». Añadió que «hay que tener cuidado» pues si explota un camión de gas la onda expansiva es de 600 metros a la redonda.

 

Más seguridad en CRP

 

Ayer los trabajadores del Centro Refinador Paraguaná, en Falcón, fueron sorprendidos por un inusitado aumento en las medidas de seguridad, con revisiones exhaustivas al personal que ingresaría a las refinerías Amuay y Cardón, y las áreas administrativas.

 

Ramírez, consultado al respecto, indicó que «estamos en un nivel de seguridad y alerta que restringe un poco las actividades para preservarnos de cualquier acto violento».

 

Argumentó que «si hay una amenaza directa contra la industria petrolera tenemos que tomar medidas, es lo lógico y sería irresponsable no hacerlo».

 

También aseguró que la industria petrolera «está en alerta máxima, pendiente de los sistemas de gas, de petróleo y de las refinerías».

 

El Universal

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