Los que se hayan atrevido a escuchar la canción que tanto polvo ha levantado en Cuba saben de qué se trata el título. Una letra que ha calado en los cubanos de todas las edades y que se ha transformado en un movimiento que contradice directamente a la dictadura. Se trata del cambio del “Patria o muerte” por el “Patria y vida”.
En la memoria de las viejas generaciones debe estar guardada la ocasión en la que un joven Fidel Castro gritaba la consigna que usó como fundamento de su revolución sin el menor escrúpulo. Nunca se cansó de perseguir, torturar y matar a los opositores y sus herederos siguen haciendo lo mismo.
Será por eso que, como producto del laboratorio de inteligencia de un régimen dictatorial que lleva 60 años en el poder, le dieron la vuelta a lo que surgió a partir de la canción y ahora pretenden apoderarse del lema. Todo sea por seguir atornillados.
“Reivindico el ´Patria y vida´ de Fidel Castro y de los revolucionarios de Cuba”, dijo el jefe actual del régimen cubano por Twitter. Y si a los venezolanos les suena conocido el argumento, recuerden que Chávez era el pupilo predilecto y aprendió con honores el arte de voltear la tortilla. Que nadie se sorprenda de este vuelco de Díaz-Canel, porque la Revolución cubana ha invertido mucho de esos 60 años y mucho esfuerzo en reescribir historias a su favor.
Pero esta vez reaccionaron demasiado tarde. Llevan 60 años rellenando el cerebro de tantas generaciones con el “¡Patria o muerte! ¡Venceremos!” que nadie va a aceptar este repentino cambio. En 1961 Fidel lo acuñó como el final de los discursos, en 1963 lo gritó en la Plaza Roja de Moscú y eso está grabado con fuego en la mente de los sufridos cubanos.
Desde febrero llaman a Yotuel Romero, Descemer Bueno, el dúo Gente de Zona y los raperos Maykel Osorbo y El Funky traidores a la patria y se han encargado de inundar las redes sociales y los medios cubanos (del régimen) con respuestas a una canción que les hace hervir la sangre solo porque no habla de unicornios azules o de elegidos, sino que recoge con crudeza los crímenes que han cometido contra su pueblo.
“Bombo y platillo a los 500 (años) de La Habana, mientras en las casas las cazuelas ya no tienen jama (comida)”, canta Romero. “Publicidad de un paraíso en Varadero, mientras las madres lloran por sus hijos que se fueron”, sigue la canción. Es la realidad cubana y por eso ha calado tanto. Pero también resuena en Venezuela, son las mismas penurias.
Así como el comandante muerto se apropió del “¡Patria o muerte! ¡Venceremos!”, los venezolanos deberían ayudar a los cubanos a alzar su voz con esta canción. “Llora mi pueblo y oigo yo su voz, tú cinco nueve, yo doble dos”, es como si dijera que Cuba lleva más de 59 años de la peor dictadura y Venezuela está cerca de los 22 años de sufrir del mismo mal.
Editorial de El Nacional