INGREDIENTES
3 dientes de ajo
Albahaca fresca (6 hojas grandes)
6 cayenas o guindillas enteras (5 g)
Aceite de oliva extra virgen (5 cucharadas)
2 latas de tomate entero pelado (780 g x 2) (escurrido 480 g x 2, sin el agua)
1 cucharadita de varias hierbas aromáticas (tomillo, orégano y perejil)
Sal y pimienta negra recién molida (al gusto)
1 paquete de 500 g de pasta (la que más te guste)
3 cucharadas grandes de queso Pecorino Romano o Parmesano recién rallado
PREPARACIÓN DE LA SALSA ALL´ARRABBIATA
Abrimos la lata de tomates enteros pelados y retiramos el exceso de líquido (el agua del tomate) ya que en este caso sólo vamos a utilizar la pulpa. Se puede guardar en un bote para otra futura receta con agua de tomate o bien pongan este agua en un olla y dejen reducir durante 15 minutos y tendrán pasta de tomate concentrada.
Introducimos en una olla el aceite de oliva virgen extra y mientras se calienta, pelamos los ajos y fileteamos finamente. Añadimos los ajos fileteados y las cayenas o guindillas, doramos los ingredientes y cuando comiencen a tener color introducimos los tomates y los partimos a la mitad con ayuda de una cuchara de madera. Dejamos pochando hasta que reduzcan a menos de la mitad de su tamaño, unos 40 minutos a fuego lento. Si tienen prisa pueden hacerlo en 15-20 minutos a fuego medio-alto removiendo continuamente para que no se pegue el tomate (pero el sabor no será el mismo).
Añadimos una cucharadita de azúcar para reducir acidez, una pizca de sal y pimienta negra recién molida, introducimos la albahaca picada y las especias. Removemos todo bien juntando sabores.
Probamos y rectificamos con sal, aunque lo más seguro es que no haga falta. Removemos unos minutos y apartamos del fuego. Reservamos para juntar con la pasta.
PREPARACIÓN DE LA PASTA
El primer paso es tener la salsa ya preparada antes de que la pasta toque el agua. La salsa siempre debe esperar a la pasta y no al revés.
Calentamos en una cazuela un litro de agua por cada 100 g de pasta, la medida recomendada por persona excepto si tenemos apasionados/as por los casarecce en casa. Estas proporciones, que normalmente vienen indicadas en los envases, ayudan a que la pasta no se pegue entre ella. Y siempre intenta utilizar una cazuela grande, la mayor de tu cocina. Si cocinas muchas veces pasta será muy útil comprar una cazuela para esas ocasiones, una buena inversión.
Cuando empiece a hervir a borbotones echamos 1 puñado generoso de sal, unas 2 cucharadas rasas por cada 500 gramos de pasta. Seguidamente añadimos la pasta, siempre toda junta. Removemos con una cuchara de madera para que los casarecce no se peguen y queden sueltos.
En el reverso del paquete de pasta viene el tiempo de cocción, debemos guiarnos por estas instrucciones porque para cada tipo es distinto, en este caso son 11 minutos. Así conseguiremos lo que se llama pasta “al dente” o en su punto justo, es decir, que no se pase, aunque un gran consejo es probarla casi al final por si acaso en el envase nos engañan. Una vez transcurrido el tiempo escurrimos la pasta inmediatamente y la juntamos con la salsa arrabbiata.
PRESENTACIÓN DEL PLATO
Añadimos los casarecce recién hechos a la salsa arrabbiata y mezclamos todo con una cuchara para que se junten bien los sabores.
Decoramos cada plato con un poco de perejil picado y alguna hoja de albahaca fresca. Rallamos unas escama de queso parmesano o pecorino y espolvoreamos por encima de la pasta. Los servimos calentitos.
Recetas de Rechupete