Margarita Herrera llegó temprano al Aeropuerto Simón Bolívar de Maiquetía, en busca de un boleto para Maracaibo.
Aseguró que no consiguió pasaje por ninguna vía, llámese agencia de viajes, aerolíneas o caminos verdes. Fue cuando decidió ir al terminal aéreo a ver qué podía hacer. Llegó casi de madrugada, pero hasta el mediodía no había tenido suerte. Los vuelos a la capital zuliana iban repletos, según le dijeron.
Mario Zabala bajó a las 5 am a ver si corría con suerte y podía ir a Maturín; le dieron esperanzas de tomar el vuelo de las 6 pm, tras más de 12 horas de estar allí.
Decenas de pasajeros aguardan sentados en el piso o sobre sus equipajes, a pesar de que las aerolíneas insisten en que no hay listas de espera.
Maykel Patiño tiene su boleto, pero igual le toca “agarrar piso”, porque el vuelo está retrasado y no sabe si saldrá a tiempo para Maracaibo.
Quien pretenda conseguir asiento para Maracaibo, Porlamar, Maturín, Barcelona o Táchira, se arriesga al ir a Maiquetía. Las líneas aéreas dicen que no tienen disponibilidad.
Una pareja quiso tomar un taxi para Barcelona; pero desistió, pues el chofer pedía 4 mil bolos por el viaje.
Ayer hubo retraso en vuelos procedentes de Santo Domingo (Tách), Porlamar, Maturín y Barquisimeto, según las pizarras. La movilización por el terminal aéreo no ha sido divulgada por autoridades del Inca.
Control de vuelos
Una sala situacional monitorea al sector aeronáutico del país durante el asueto navideño. El objetivo es verificar el control y seguimiento de los vuelos, ofrecer acciones efectivas y facilitar el traslado de los pasajeros.
El Instituto Autónomo Aeropuerto de Maiquetía informó, mediante un boletín, que la sala funciona las 24 horas del día y cuenta con 30 puestos para el personal operativo. Está equipada con mesas de conferencia, video wall y pantallas de información de vuelo, registro en tiempo real de operaciones aéreas, líneas telefónicas, computadoras, acceso a wifi y permite enlazarse con el Min-Transporte y otros aeropuertos venezolanos.
Fuente: UN
