Los siete parlamentarios que se encadenaron este jueves en la sede del Consejo Nacional Electoral para pedir la entrega de la planilla que permitirá la activación del referendo revocatorio rechazaron la violencia generada en el hecho y aseguraron que se mantendrán “en la calle para exigir un derecho constitucional”.
El diputado, Juan Requesens, responsabilizó responsabilizó directamente a la presidenta del CNE, Tibisay Lucena, de lo ocurrido en la institución entre la Guardia Nacional Bolivariana, simpatizantes oficialistas y los legisladores.“Usted fue la que dio la orden para que agredieran a nuestras diputadas y las golpearan. No vamos a abandonar la calle, el compromiso está allí para defender la voluntad del cambio”, resaltó.
Requesens aseguró que el gobierno nacional desea sumir a los venezolanos en la desesperanza, con las acciones del TSJ, pero insistió en que “saldremos de esto y le daremos al país el cambio que necesita”.
Por otra parte, la parlamentaria, Milagros Paz, también lamentó el desalojo y recalcó que el grupo de colegas acudió al CNE para hacer valer su derecho y solicitar el documento para la recolección del 1 % de las firmas que requiere el revocatorio.
Paz le habló a Lucena y le manifestó que la “pelota está en su cancha. Que tiene que cumplir con lo que establece la Constitución”.
Virginia Hernández/Unión Radio