La historia de Gammy dio la vuelta al mundo generando todo tipo de reacciones. El bebé tiene síndrome de Down y nació en Tailandia gracias a una madre de alquiler. Pero la mujer denunció el domingo que tuvo gemelos, y que la pareja australiana que alquiló su útero sólo se quiso llevar al bebé que no tenía ningún problema.
Pattaramon Chanbua, de 21 años, había sido contactada por una pareja australiana a través de una agencia en su país que se dedica a la subrogación de vientres. Según denunció Pattaramon, la agencia se enteró a los cinco meses de embarazo de que uno de los bebés tenía síndrome de Down, pero recién al séptimo mes le propusieron que lo abortara y siguiera adelante con el embarazo de su hermana, una niña que no tenía esa discapacidad. Pero la mujer se negó porque considera que el aborto es un «pecado» y decidió llevar adelante el embarazo.
Cuando nacieron los bebés, en diciembre, la pareja australiana sólo se llevó a la niña. Pattaramon renunció a su empleo para hacerse cargo de Gammy, que además tiene un problema cardíaco congénito y también complicaciones respiratorias.
La mujer sólo conoció a la pareja en el momento del nacimiento, y dijo que lo único que sabe de ellos es que viven en Australia Occidental. «Nunca sentí odio contra ellos. Estoy siempre dispuesta a perdonarlos. Quiero saber que aman a la niña tanto como mi familia ama a Gammy. Quiero que la cuiden bien», dijo este fin de semana en declaraciones a los medios.
Desatado el escándalo, la pareja que alquiló el vientre –que pidió no revelar su identidad– dio su versión y aseguró que nunca rechazó a Gammy. El padre del bebé aseguró que los doctores sólo le hablaron de una criatura, en lugar de dos nacidos, y que tuvieron problemas con la agencia que le ayudó a buscar un vientre de alquiler en Tailandia, que actualmente ya no existe.
Pero según la madre biológica de los gemelos, es mentira. Y contó que el padre nunca «miró a la cara» al bebé abandonado, a pesar de encontrarse junto a su hermana, quien nació en buen estado de salud. Según la versión de la tailandesa, los padres adoptivos, que tiene más de 50 años, se excusaron al indicar que eran «muy mayores» para cuidar de gemelos.
El caso generó una fuerte reacción en las redes sociales –donde se lanzó una campaña para ayudar económicamente a Gammy– y una gran polémica en la sociedad australiana. Las autoridades de este país intensificaron el cierre de agencias que se dedican a encontrar vientres de alquiler en Tailandia, El primer ministro de Australia, Tony Abbott, dijo que «es una historia muy triste» y lamentó que alguien pueda abandonar a un bebé de esa forma.
Clarín