El máximo representante legal de Paraguay, el procurador general Marco Aurelio González, expresó el lunes su deseo de que la deuda que su país mantiene con la empresa estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) se solucione por la “vía diplomática”, gracias al restablecimiento de los lazos bilaterales que pactaron los presidentes Santiago Peña y Nicolás Maduro, respectivamente.
En una entrevista con la Radio Monumental, el procurador afirmó: “nosotros estamos creyendo que puede darse por vía de la solución diplomática”.
La deuda en cuestión asciende a 300 millones de dólares y corresponde a unas adquisiciones de combustibles realizadas en 2009, bajo las condiciones que se acordaron en ese momento.
González comentó que sobre este tema “ya hubo intercambio” de opiniones, y estimó que podrían haber “más en los próximos días, meses”, debido a que “las relaciones que existen otra vez armoniosas entre ambos países”.
El procurador aclaró que la deuda se originó por un “contrato de provisión de combustible, donde hubo contraprestación y Paraguay fue pagando”. Calculó que Asunción canceló un 75% de lo convenido.
“Punto de discusión”
“Y, a partir de allí, había un remanente que, en la posición paraguaya, fenece recién el año 2025-2026, y la gente de Pdvsa reclamaba que esos intereses ya empezaban a correr desde aquel año”, dijo sobre lo que consideró “el punto de discusión” que deberá ser resuelto.
De acuerdo con González, el mecanismo de arbitraje entre las dos naciones quedó en suspenso desde 2019.
“Y ahora que retomaron la relación entre Paraguay y Venezuela, esperemos que, por esa vía, pueda encontrarse una solución y, si no, vamos a tener que recurrir a la continuación de arbitraje”, añadió.
El 15 de noviembre pasado, los Gobiernos de Paraguay y Venezuela acordaron restablecer relaciones diplomáticas y consulares luego de que Peña asumiera el poder, quien revocó la decisión anunciada en enero de 2019 por su predecesor, Mario Abdo Benítez.
El exmandatario rompió los vínculos con el Gobierno de Maduro después de que el líder venezolano iniciara su segundo mandato con unas elecciones que Asunción calificó de “ilegítimas”.
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