La historia del caballo de Troya forma parte del ciclo épico construido en torno a la guerra que griegos y troyanos trabaron, por causa del secuestro de la princesa griega Helena. Conoce aquí para qué se utilizó el caballo de Troya, quién lo ideó y quiénes iban dentro de él.
El caballo de Troya según La Odisea
En La Odisea se nos cuenta que el caballo de troya fue un truco ideado por el griego Odiseo, para tomar ingresar a Troya, una ciudad-reino oriental, ampliamente fortificada y protegida por unas murallas gigantes.
La necesidad del caballo se explica por el hecho de que la guerra contra los troyanos ya había durado casi diez años. Este hecho había desmotivado enormemente al contingente griego, que cada vez veía menos posibilidades de tomar al reino enemigo.
Con la idea de Odiseo y las cualidades artísticas de Epeo el escultor, los griegos le dieron forma un caballo de madera gigante, con el vientre hueco. Este caballo fue dejado en las afueras de Troya, como un obsequio, mientras los griegos, que habían vivido en sus barcos, postrados sobre las costas troyanas, fingieron retirarse.
Los troyanos, después de discutir si debían confiar en los griegos o no, decidieron aceptar el obsequio. Pero el vientre del caballo estaba hueco, y lleno de guerreros griegos. Estos, una vez en Troya, y ya avanzada la noche, salieron de su escondite y abrieron las puertas de la ciudad.
¿Quiénes iban dentro del caballo de Troya?
Distintos autores clásicos ofrecen diferentes listas sobre quiénes eran los pasajeros que iban dentro del gran caballo de madera.
Según Homero, en La Odisea, el caballo albergó a Aquiles y a 99 hombres más. En cambio, Apolodoro cifró en 50 el número de combatientes, mientras que Tzetzes escribió que fueron 23, nombrándolos.
Quinto de Esmirna, por su cuenta, menciona a treinta combatientes, liderados en su hazaña por el mismísimo Odiseo.
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