El rodaje de la película Cincuenta sombras de Grey debió suponer un verdadero calvario para el actor Jamie Dornan, sabiendo lo difícil que siempre le ha resultado desprenderse de su ropa delante de las cámaras, especialmente para filmar escenas subidas de tono.
“Es trabajo. No hay otra manera de abordarlo que aceptar que estás haciendo cosas íntimas en una habitación con un montón de gente que no conoces. La parte física del asunto, la desnudez, sigue resultando dura. Hice todo lo que pude para no acabar desnudándome demasiado cuando era modelo. Nunca me he sentido del todo cómodo con ello, aunque lo más seguro es que las imágenes en Google lo desmientan. Nunca he mirado una fotografía mía sin camiseta y he pensado: ‘Salgo bien’”, confesó a la revista Time Out.
Dejando al margen el hecho de que le obligaran a desnudarse en numerosas ocasiones, interpretar el papel del atormentado millonario Christian Grey supuso una especie de “terapia” para Jamie al ayudarle a comprender los aspectos más retorcidos del alma humana.
“Es la parte divertida de esta profesión, descubres muchas cosas sobre ti mismo. En cada proyecto descubres algo nuevo de ti mismo. Es como una especie de terapia. Creo que entendí bastante bien su tormento, el que la gente no le comprendiera, sus problemas para amar y aceptar. Es un tipo extremadamente poderoso, pero creo que existe un gran elemento en Christian que no está completo. No quiero dar a entender que exista un paralelismo con mi vida, pero sí que sentí desde bastante pronto que entendía todo eso, así que me sentí cómodo mientras le interpretaba”, añadió.
Fuente: E! entertainment