El pontífice argentino se refirió al lema de la Jornada Mundial contra la trata de personas, “Juntos contra la trata”, y aseguró que consiste en “una invitación a unir fuerzas para vencer este reto”.
“Agradezco a todos aquellos que lo combaten, en particular muchas religiosas. Hago un llamamiento especialmente a los Gobiernos para que se afronte con decisión las causas de esa plaga y se protejan a las víctimas”, dijo el papa desde la ventana del Palacio Apostólico.
Explicó que, en cualquier caso, todas las personas pueden ayudar “denunciando los casos de trata y de esclavitud de hombres, mujeres y niños” y recomendó “la fuerza” de la oración.
Francisco hizo que se repartiera entre los fieles una oración a la santa sudanesa Josefina Bakhita (1869-1947), raptada cuando era una niña, maltratada y vendida como esclava varias veces y que acabó como niñera en una familia en Italia, donde finalmente se hizo monja.
Recitó, junto a los fieles, una oración a la santa: “Pueda Dios liberar a todos los que fueron amenazados, heridos, maltratados por la trata y el tráfico de seres humanos”.
El papa pidió “no caer en la indiferencia para que -dijo- podamos abrir los ojos y ver las miserias y las heridas de tantos hermanos y hermanas privados de su dignidad y libertad, así como escuchar su grito de auxilio”.
EFE/SPLL