Papa Francisco: «Dejemos llorar nuestro corazón» por las víctimas de Lampedusa

Papa Francisco: «Dejemos llorar nuestro corazón» por las víctimas de Lampedusa

El dolor por la tragedia sigue vivo, y el Papa Francisco volvió a emocionarse el domingo al pedir a los ochenta mil fieles que le acompañaban en el Ángelus, «querría recordar con vosotros las personas que han perdido la vida en Lampedusa el pasado jueves».

 

El Papa no dirigió una oración, sino que les invitó a hacerlo cada uno interiormente: «Recemos todos, en silencio, por esos hermanos y hermanas nuestros: mujeres, hombres, niños… Dejemos llorar nuestro corazón. Recemos en silencio…».

 

En la plaza de san Pedro se cortaba el silencio. Al cabo de un rato, el Papa tomó de nuevo la palabra para saludar a los fieles, «especialmente la comunidad peruana de Roma, que ha traído en procesión la estatua del Señor de los Milagros, que veo en el centro de la plaza. ¡Saludemos todos al Señor de los Milagros, ahí en la plaza!». Los italianos y peregrinos de otros países aplaudían. Los peruanos, en su mayoría dedicados a profesiones modestas, estaban emocionados.

 

Era el cuarto momento de plegaria común, pues ya antes del Ángelus, cuando comentaba el pasaje evangélico en que los Apóstoles piden a Jesús: «¡Auméntanos la fe!», el Papa dejó de lado el texto escrito y propuso: «¿Os parece bien que lo repitamos todos juntos? Recemos juntos. Señor, ¡Auméntanos la fe! Señor, ¡Auméntanos la fe!».

 

Las citas dominicales para el rezo del Ángelus son encuentros muy numerosos -incluso bajo amenaza de lluvia como este domingo- pero mantienen un sabor familiar, entre otras cosas porque Francisco suele contar cosas personales. Justo después de dar gracias a Dios por la extraordinaria peregrinación a Asís realizada el viernes 4 de octubre, el Papa dijo: «Fijaos: era la primera vez que iba a Asís. Ha sido un gran don hacer esta peregrinación justo en la fiesta de San Francisco».

 

Fuente ABC

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