El papa Francisco recibió hoy en audiencia a los miembros del seminario de la ciudad española de Barcelona y, en su reflexión ante ellos, recordó que buscar «el laurel de la nobleza o el elogio mundano nos aleja de Dios».
«Dios nos pide sacrificio, sacrificio del corazón, rindiendo nuestra voluntad, como Él nos propone en el Getsemaní; sacrificio de la sensibilidad, en la ascesis que contemplamos en la flagelación; sacrificio de la honra, tan española», dijo el pontífice.
Y agregó: «Pensando —como cantan en el himno de Cuaresma— que buscar el laurel de la nobleza, del título académico, del elogio mundano, nos aleja de Dios, y más bien hay que aspirar a las coronas de espinas que nos identifican con el Señor».
Francisco reflexionó sobre el camino hacia el sacerdocio, leyendo un libro del obispo Manuel González García, que él mismo hizo santo, y emplazó a los seminaristas a «asumir la propia cruz» y el «sacrificio de la vida».
«¿Les parece difícil? No lo es, bastan cosas sencillas: la cama dura, la habitación estrecha, la mesa escasa y pobre, las noches a la cabecera de los agonizantes, los días muy temprano abriendo la iglesia antes que los bares, y esperar, acompañando a Jesús solo, a los pecadores y a los heridos en el camino de la vida», refirió.
EFE