Pakistán desplegó 10.000 soldados y 6.000 hombres armados más para prevenir cualquier violencia confesional durante el mes sagrado del muharram que comienza este jueves, anunció el ministerio del Interior.
Durante el mes del muharram los musulmanes chiitas, que representan 20% de los 200 millones de paquistaníes, conmemoran el martirio del imán Husein, nieto del profeta Mahoma.
Las procesiones y celebraciones dan lugar a actos de violencia confesionales debido en particular a los extremistas sunitas que atacan a los chiitas.
Hace dos años, los enfrentamientos entre sunitas y chiitas causaron la muerte de 11 personas en la ciudad de Rawalpindi, cerca de Islamabad, capital de Pakistán.
“Hemos adoptado una estrategia de prevención, como en los años precedentes, y unos 10.000 miembros de las Fuerzas Armadas y 6.300 integrantes de las unidades armadas civiles, serán desplegados en Pakistán durante el mes del muharram”, comunicó a la prensa el ministro del Interior, Chaudhry Nisar.
La violencia confesional causó la muerte de millares de personas en los últimos diez años en Pakistán.
En mayo pasado, 45 chiitas murieron en un ataque contra un autobús de Karachi atribuido al grupo Estado Islámico (EI), afirmó un exministro el lunes, a pesar de que el gobierno afirma que EI no está implantado en Pakistán.
Fuente: EFE