A sólo 11 días para el inicio del año escolar 2015-2016 en escuelas y liceos del país, padres y representantes de las poblaciones de Píritu y Puerto Píritu, al oeste del estado Anzoátegui, se las ingenian para adquirir los útiles de sus hijos. Algunos esperan hasta el último momento por alguna oferta.
Cuando preguntan por los precios de cada artículo, en muchos casos salen con las manos vacías porque los costos son elevados.
Noremi García, habitante de Puerto Píritu, se disponía ayer a comprar parte de la lista, pero el presupuesto no le alcanzó.
“Desde junio estoy reuniendo para poder cubrir los útiles para mi hijo que pasó para 3er grado. Pese a que cada semana he ido comprando los cuadernos, me falta más de la mitad de los artículos. Aún no he podido reunir todo el dinero.Únicamente en útiles me han presupuestado entre 13 y 16 mil bolívares”.
Contó que sólo en lápices, sacapuntas y colores debe gastar cerca de Bs 2 mil, lo que es “una crueldad”.
“Con Bs 2 mil yo compré hace dos años la lista completa. Hoy sólo la caja de colores de 36 llega a costar Bs 4 mil y un morral hasta Bs. 23 mil. Ya eso es un lujo”.
A Mercedes Mezza le da miedo ir a la librería. “Tengo tres hijos, una en escolar y los otros dos en bachillerato. No estoy preparada para recibir ese golpe en mi bolsillo. Pero sé que en cualquier momento debo hacerlo porque no falta nada para el inicio de clases”.
Algunos vendedores indicaron que el costo de los cuadernos se incrementó hasta cuatro veces. El de una línea oscila entre Bs 130 (el de sólo 100 hojas) y Bs 700, mientras que las libretas de resorte de seis materias cuestan desde Bs. 1.100.
Vendedores se defienden
“Los compradores no entienden que el local ni los que aquí trabajamos somos responsables de los incrementos exorbitantes, los materiales llegan a esos precios.
A ningún comerciante le conviene perder en su negocio y hoy día los locales medio sobreviven con tanta inflación”, dijo un expendedor.
Agregó que las principales marcas importan a dólar libre. “Sin dólar oficial no se puede trabajar a precio justo”.
Varios negocios implementaron el sistema de apartado, según la propietaria de una de las librerías. “Es una forma de ayudar al común de los usuarios o bien a quien tiene más de un hijo y el gasto es mayor, aunque de esta forma se corre el riesgo de perder porque en una semana, los precios aumentan”.
Fuente: El Tiempo
