‘Mabuhay Ka, Manny’ (Viva Manny’). Con esta frase en lengua filipina impresa en enormes letras en lo alto de un autocar descapotable se paseó Manny Pacquiao por las calles de Manila. El púgil ha sido recibido esta mañana como un héroe en su país. ‘Perdió la pelea, pero ha ganado la carrera electoral’ aseguran algunos medios de Filipinas, que auguran para su nuevo ídolo un futuro prometedor como político.
Manny regresó a su país con un cabestrillo negro en el hombro, recién operado tras su pelea ante Mayweather, y generó una explosión de entusiasmo y orgullo entre sus paisanos. Llegó con su familia y posó ante los medios en su mansión en el Parque Forbes, un privilegiado enclave residencial de Manila. Después compartió desayuno con algunos políticos en un céntrico hotel y finalmente se subió al autocar diseñado para la ocasión para ser laureado por miles de aficionados que salieron a las calles para rendir homenaje a su héroe.
“Aunque haya perdido, para nosotros sigue siendo un ganador”, asegura a la agencia AP un vendedor. “Es realmente mi ídolo”, le secunda un taxista. El púgil ha asegurado que, cuando se recupere, anunciará si pelea un tiempo más o si deja el boxeo para dedicarse en exclusiva a la política. De hecho, este es su último año como diputado de la provincia de Sarangani y de ahí podría pensar en dar el salto a congresista, gobernador provincial o senador. “Sé lo que estáis pensando, que ojalá haya una revancha”, dijo dirigiéndose a su público. “Yo también lo quiero, pero de momento sólo pienso en recuperarme del hombro y en mi familia”.
“Lo he repasado varias veces. Gané yo”
Pese a los inmensos beneficios que le ha generado el combate, Pacquiao lamenta la decisión de los jueces de dar ganador a Mayweather e insiste en que se siente vencedor real del combate. “Lo he repasado varias veces. Gané yo. Estuve dos puntos por delante”, confesó en una entrevista con la emisora filipina ABS-CBN. El filipino ha revisado el video una y otra vez, pero sabe que ya no hay vuelta atrás y le envía un mensaje a su rival: “Disfruta de la victoria”.
Más allá del cuadrilátero, Pacquiao ha ganado en la arena política. Así lo ven desde Filipinas, donde Manny ha despertado la ilusión del pueblo. En un país donde los candidatos ganan más por su fama y dinero que por su programa electoral, el filipino tiene un futuro brillante. Muchos ven al púgil de 36 años como inminente senador, un trampolín para llegar a vicepresidente o incluso presidente. Según la ley, no podría serlo hasta cumplir 40 años. “Mis pensamientos sobre la presidencia son sólo una aspiración”, ha dicho. Su primera carrera presidencial podría llegar ya en 2022. Su historia de superación, de cómo se alzó desde la pobreza extrema hasta convertirse en el congresista más adinerado de su país, ha cautivado a millones de personas en este país del sureste asiático.
Fuente: MundoDeportivo
