La búsqueda de los anhelados medicamentos para mitigar los síntomas de las enfermedades crónicas se mantiene y evidencia en los recorridos que deben hacer por distintas farmacias los pacientes carabobeños que padecen estos males.
Desde que comenzó la escasez de medicinas se ha convertido en una necesidad visitar varios establecimientos para conseguir lo recetado por los especialistas. Es la situación que vive Maritza González, quien está obligada a hacerlo porque padece hipertensión y problemas en la tiroides. Las medicinas que necesita no se encuentran fácilmente.
La señora González recorre varias farmacias al día buscando Eutirox, Losartán potásico o el medicamento parecido de nombre Cozaar. Desde hace meses no los encuentra. Tenía una reserva de estas medicinas pero ya se le está agotando. Además, su hija vive en Panamá y tiene las mismas dolencias por lo que tuvo que sacrificar una de sus cajas y enviársela.
Pero no solo faltan estas medicinas. Al preguntar en la farmacia Santa Sofía, ubicada al norte de la ciudad, tampoco hay oferta de Teragrip para niños, vitamina C para adultos, acetaminofén o colfene indicado para aliviar dolores musculares. Algunos de las cajas que tienen en exhibición son usadas para rellenar espacios, destacó una de sus empleadas.