Pablo Sandoval llegó a Fort Myers en marzo y dijo: “A la orden” a Medias Rojas y a Boston. Traía ambientazo de héroe.
Llegaba de San Francisco con su alegre logotipo, “Panda”, tan promovido en el norte de California y anexas.
Por eso, desde el primer día de temporada esperaban en Fenway que el porteño, de 28 años, se echara el equipo al hombro con su swing ambidextro.
Pero el cambio de costa, de Liga, de equipo, de clima, de contrato, o ¡¿quién sabe?! lo puso a batear apenas dos incogibles en 41 turnos a lo derecho, por lo que olvidó sus desvaríos de ambidextro.
La crítica en Boston busca los motivos del desastre de los Medias Rojas.
Hasta este fin de semana , 49-62, a 13 juegos de los líderes Yanquis. Pablo batea para 277, nueve jonrones (esperaban no menos de 20 a estas alturas), 35 carreras impulsadas (cuando ya debían ser 70 o más). Es un villano.
Dicen en Boston que el peor error de la organización fue firmar a Sandoval por 95 millones para cinco años.
Fuente: Líder