Los científicos de la Universidad de Oxford, Inglaterra, probarán la cloroquina e hidroxicloroquina para determinar su valor ante la COVID-19.
Trabajadores de la salud de hospitales ingleses serán los primeros participantes en un estudio global para probar los medicamentos contra la malaria, Cloroquina e Hidrocloroquina, para ver si pueden ser usados para tratar o para prevenir el COVID-19.
El estudio de la Universidad de Oxford, que empezará este jueves, será probado en unos 40,000 trabajadores de la salud que están “en la línea de fuego” en Europa, Africa, Asia y América del Sur, con 25 lugares de prueba solo en Inglaterra, según la agencia de noticias Reuters. Todos los trabajadores de la salud que no han contraído el virus son elegibles para participar en la prueba llamada “COPCOV”.
A los trabajadores ingleses se les dará hidrocloroquina o un placebo durante tres meses, mientras en Asia a los trabajadores se les dará cloroquina o un placebo.
Trabajadores médicos fuertemente protegidos atienden a pacientes de coronavirus en la ciudad china de Wuhan, el 17 de febrero de 2020.
El interés en el medicamento se intensificó luego que el presidente Donald Trump empezara a hablar de su supuesto potencial durante sus ruedas de prensa en abril. A inicios de esta semana, Trump anunció que estaba tomando hidrocloroquina como una prevención contra el virus.
Aunque la Administración de Medicinas y Alimentos ha aprobado el medicamento solo para uso hospitalario para tratar a pacientes de COVID-19, no aprueba su uso casero “debido al riesgo de problemas con el ritmo cardíaco de los pacientes”, dijo la agencia federal en un comunicado.
Mientras la evidencia en los laboratorios demuestra que el medicamento es esperanzador, los resultados son inconclusos, motivando el estudio internacional.
“Realmente no sabemos si la cloroquina y la hidroxicloroquina son beneficiosos o dañinos contra el COVID-19”, dijo Nicholas White, un profesor de la Universidad de Oxford y uno de los principales investigadores del estudio.
El interés de un tratamiento preventivo está aumentando mientras se espera por el desarrollo de una vacuna.
Martin Llewelyn es profesor en la Escuela de Medicina Brighton and Sessex y encabeza el estudio junto a White.
«Una vacuna efectiva, segura y ampliamente disponible está aún lejos de llegar”, dijo Llewelyn. “Si medicamentos como cloroquina e hidroxicloroquina, que son tan bien toleradas, pueden reducir las posibilidades de contraer el virus, esto sería increíblemente valioso”.