El Observatorio Venezolano de Violencia en el estado Táchira (OVV Táchira) informó que de acuerdo a información reportada por prensa regional, durante el mes de marzo en la entidad andina se registró un total de 12 hechos violentos, siendo los casos de violencia sexual los más prominentes en la región, con cuatro hechos: dos violaciones sexuales que dejan 5 víctimas con edades entre 5 y 13 años y dos agresiones también de tipo sexual, que dejaron un saldo de 4 víctimas con edades comprendidas entre 11 y 17 años. Igualmente ocurrieron 4 casos de violencia interpersonal, tres de ellos tipificados como violencia de género. La lista de hechos violentos la cerraron dos suicidios, una tentativa de homicidio, un robo y un homicidio llevado a cabo en contra de un sexagenario hallado muerto en su vivienda atado de piernas, con herida contundente en la cabeza. Sin embargo, un delito está en la mira desde hace tiempo y ha ido tomando fuerza en la región fronteriza: La trata de personas.
No cesan los casos de trata de personas
Las captaciones de menores de edad en varias zonas de la entidad, para realizar trabajos sexuales, siguen siendo frecuentes. Dos casos se suman a la incidencia de esta región del país durante los últimos meses. Uno de los hechos ocurrió en el municipio Panamericano, zona norte de la entidad, donde se produjo el desmantelamiento de una red de explotación sexual y el rescate de dos adolescentes de 11 y 14 años de edad, quienes eran exhibidas mediante plataformas digitales. En el delito, una madre de las menores estaba involucrada e incitaba a participar en las grabaciones para obtener dinero.
Otro de los casos dejó en evidencia como el Táchira se ha convertido en una ruta de salida de jóvenes captadas en otras regiones de Venezuela y posteriormente ser trasladadas a otros países, a través de la frontera con el departamento colombiano del Norte de Santander. Esto se evidenció, tras el rescate de dos adolescentes de 17 y 16 años, oriundas de Puerto La Cruz que pretendían ser sacadas de territorio venezolano por el puente internacional Simón Bolívar para ser prostituidas en Perú. El caso permitió ir más allá, según las investigaciones realizadas por cuerpos de seguridad, pues según se reportó, el modus operandi de estos delincuentes, es hacer pasar a las víctimas como caminantes que viajan de distintas zonas del país hasta la frontera, para evitar que sean revisadas y verificada su documentación.
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