“Por elevadas que estén las cifras de homicidios y mala que sea la situación general de la violencia, debemos saber que siempre será posible mejorar, si hay unión de la sociedad, tratando el tema desde una óptica fuera de la política y sumando voluntades para lograrlo”. Roberto Briceño León, director del Observatorio Venezolano de la Violencia, lideró la conferencia Combatiendo la impunidad, erradicamos la violencia; organizada por la Comisión de Participación Ciudadana del Concejo Municipal de Maracaibo, con el apoyo de la fundación Justicia y Democracia.
Briceño aseguró que su conferencia reafirma los datos que viene exponiendo sobre violencia en Venezuela, pero que también acerca a los pasos que se pueden dar hacia la solución del problema. “Cuando miramos a los países de al lado y comparamos con Colombia y Brasil, sabemos que salir de la violencia es posible. Y nuestra experiencia dice que eso no pasa por casualidad, se quiere de voluntad para hacerlo”.
Señaló que la seguridad ciudadana se construye sobre tres pilares fundamentales: la cultura del buen ciudadano, la protección de las personas y la sanción a los infractores. “Cada uno de estos tres pilares es importante. El primero es ciudadano e institucional para posicionar el mensaje: la violencia es mala, robar es malo; el segundo es ciudadano y de los cuerpos policiales para aumentar las herramientas de protección previendo que algunos no atiendan al mensaje de que robar es malo, y el tercero es del Estado y su sistema de justicia para sancionar a quien violente los mecanismos de protección. Si no hay sanción cuando el infractor quebranta la ley, entonces no toma fuerza el mensaje de que robar es malo utilizado en el primer nivel de seguridad. De allí que digamos que combatiendo la impunidad podemos erradicar la violencia”.
Explicó que durante los últimos 15 años todo ha ido hacia atrás. “Para empezar se posicionó un mensaje equivocado. El refrán popular: la violencia es el arma del que no tiene la razón, fue cambiado al celebrar el día en el que se intentó tomar con las armas la Presidencia de la República. En segundo lugar hubo un quiebre en los mecanismos del protección del individuo al intervenir las policías y permitir que se perdiera el respeto hacía ellas. Para finalizar se disminuyó dramáticamente la efectividad del sistema judicial. La impunidad en Venezuela es del 91 por ciento. Por todo esto la sociedad ahora no confía en la norma sino en la fuerza, le importa menos cumplir las leyes y hay más delito porque los delincuentes saben que no existe ni la mínima posibilidad de ser atrapados. La suma de todo esto es producto de la destrucción institucional en Venezuela”.
Puntualizó en que hay que reforzar los mecanismos de apoyo al buen ciudadano regido por normas y leyes a nivel individual y social, reforzar la defensa social para la protección de las personas que logre disuadir y repeler el delito en una cooperación entre policía y comunidad, y reforzar la capacidad social de aplicar castigos a los infractores menores a través de la comunidad, y a los delincuentes mayores, a través de los Tribunales.
“No es una realidad lejana. Es posible salir de esta crisis y volvernos un país que tenga paz. Lo importante es que se asuman las responsabilidades y que cada ciudadano cumpla con su cuota a través del refuerzo de los mensajes que rechazan la violencia y la delincuencia, y de la cooperación con los cuerpos policiales”.
Cifras
El experto en violencia señaló que a pesar de que en Venezuela se tienen 10 años de censura en cuanto a las cifras de los indicadores de la violencia, los números van en ascenso. Para 2012 se estima que la cifra de homicidios sea de 73 por cada 100 mil habitantes. “En el caso de los homicidios, es una violencia generalizada en todo el país. Estas cifras son únicas en Latinoamérica y de acuerdo a la magnitud y la rapidez, el aumento puede que sea único en el mundo. La última cifra oficial fue en el 2003 cuando se contabilizaron 11 mil 342 homicidios, para 2012 se estiman 24 mil 763, dejándonos para registrar los homicidios ocurridos en 2013 y los contabilizados hasta la fecha”.
Detalló que siendo el estado Mérida el estado más seguro de Venezuela, se registran 41 homicidios por cada 100 mil habitantes y esta tasa es mayor a la del país Colombia que tiene 33. “El lado lamentable de todo esto es que quienes sufren la violencia son los pobres o muy pobres. El 81,1 por ciento de las víctimas son hombres, jóvenes y pobres. Algunos pueden que digan que este es un problema que existe en todas partes y quizá sea cierto, pero no se da en todas partes de igual magnitud ni de igual manera. No es lo mismo luchar por disminuir las cifras, como ocurrió dando resultados en Brasil y Colombia; que permitir que sigan subiendo los muertos y la impunidad como lo vemos en Venezuela”.
NOTA DE PRENSA