La ONG Observatorio Venezolano de Prisiones denunció este jueves que los privados de libertad que se encuentran en los calabozos de la División Nacional contra Extorsión y Secuestro del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas de El Hatillo, al este de Caracas, son víctimas de presunto abuso sexual, torturas y retardo procesal, además de estar afectados por la escasez de alimentos.
«Son múltiples las denuncias por violaciones contra los derechos humanos de los privados de libertad que permanecen en los calabozos del Cicpc de El Hatillo. Presunto abuso sexual, torturas y retardo procesal son solo algunos de los casos recabados por el equipo del OVP». Así lo indicó la organización en un comunicado de prensa.
El OVP detalló que, durante diciembre, familiares y presos han realizado diversas acciones de protesta. Además, iniciaron una huelga de hambre para denunciar las condiciones en las que están recluidos, pero sus peticiones no las han tomado en cuenta.
«Lograron formular su denuncia ante el director general del Cicpc, Douglas Rico, pero hasta hoy no ha sido tomada ninguna acción», indicó la organización, que refiere que la exigencia principal es «la remoción o reemplazo del funcionario responsable del Cicpc El Hatillo ante tantas irregularidades».
El observatorio expuso algunas de las torturas que padecen los privados de libertad en este sitio. «Los presos sobreviven presuntamente bajo amenazas», indicaron. Adicionalmente, los guindan por los brazos a manera de tortura.
Además, los denunciantes, «han reiterado en múltiples oportunidades que los reos que se encuentran dentro de estos calabozos son presuntamente violados con palos y otros objetos por sus genitales».
Observatorio Venezolano de Prisiones denuncia desnutrición en los reos
El OVP, en respaldo a los familiares de los detenidos en este calabozo policial, exige la presencia de un fiscal del Ministerio Público.
Esta misma ONG denunció este lunes, a través de un informe, que «al menos» el 70 % de la población reclusa venezolana «presenta desnutrición severa». Esto como consecuencia de la escasez de alimentos. También la «falta» de infraestructura para la preservación y preparación de estos y ausencia de medidas de higiene y salubridad.
«El registro y monitoreo constante de la situación carcelaria que analiza nuestra organización ha apuntado a un incremento evidente de la tasa de desnutrición en los centros de detención del país, registrando que al menos (el) 70% de la población reclusa venezolana presenta desnutrición severa», apuntó la ONG.
