Después de que Roger Federer accediera cinco años a la final de Roland Garros, con el título en 2009, su compatriota Stan Wawrinka tomó el relevó y estará luchando el domingo para inscribir su nombre en la Copa de los Mosqueteros.
Wawrinka, que se divorció definitivamente de su mejor después de sus malos resultados en la primera parte de la temporada, superó a Jo-Wilfried Tsonga por 6-3, 6-7(1), 7-6(3) y 6-4. El partido se decantó del lado suizo por la falta de acierto de Tsonga en las pelotas de ‘break’. Dispuso de 17 y sólo aprovechó una. Demasiada renta para Stan por mucho que no sea un jugador muy valiente en los momentos importantes y por mucho que estuviera más afectado por las altas temperaturas que su rival.
Tsonga dejó el torneo sin franceses en competición. Henry Leconte seguirá siendo el último tenista local que alcanzó una final de Roland Garros. Fue en 1988. Pasados 27 años, Francia sigue buscando un mosquetero.
Suiza, por contra, llora el mal momento de Federer en los grandes escenarios de la raqueta pero se congratula del paso adelante de Wawrinka, que ya fue decisivo la pasada campaña en la consecución de la Copa Davis para su país.
Hasta la fecha, el mejor resultado de Stan en 2015 eran los titulos de Chennai y Rotterdam. Wawrinka aspira a ser el primer campeón júnior que luego levanta el trofeo entre los profesionales desde Mats Wilander en 1988. El helvético espera en la final al ganador del partido entre Novak Djokovic y Andy Murray.
Fuente: Marca