Los derechos humanos tienen un capítulo especial en la Constitución, aprobada en 1999, y voceros del madurismo se llenan la boca asegurando que es una de las más avanzadas del mundo. Puede ser que en su letra eso sea verdad pero la práctica en esta materia está muy lejos de la teoría y eso queda nuevamente demostrado con lo que le ocurrió al estudiante de la Universidad Nacional Experimental del Táchira Carlos Villamizar.
Este joven fue detenido durante una manifestación, atropellado con una moto policial y golpeado por los agentes del orden, según asegura su madre y, al parecer, también agredido por unos delincuentes comunes, con quienes lo encerraron en la sede policial a la que fue enviado. No está claro si el gobernador del Táchira, José Vielma Mora, quiere lavar su responsabilidad en el caso con el hecho de que la golpiza se la dieron los delincuentes y no miembros de la policía. Las lesiones de Villamizar son graves, al punto de que tuvieron que trasladarlo de emergencia a un hospital donde, afortunadamente, se está recuperando.
Este caso también pone de relieve, una vez más, que en el país todos los ciudadanos somos iguales, pero unos son más iguales que otros.
Hasta el momento, la Fiscalía General de la República ha tenido una actuación que se puede calificar, siendo generosos, como tibia en relación con el caso del Táchira. Si el agredido hubiera sido un militante del PSUV, Luisa Ortega Díaz, Gabriela Ramírez y la presidenta del Tribunal Supremo de Justicia hubieran formado un coro para pronunciarse sobre el hecho.
Lo ocurrido en esta oportunidad no es más que la reiteración de una forma de actuar de la policía y de los dirigentes chavistas que está muy lejos de la letra constitucional.
No podemos dejar de recordar que fue en el Táchira donde se produjeron los primeros hechos violentos que después provocaron disturbios, 42 muertos, infinidad de heridos y más de tres mil detenidos en todo el país.
Fue la represión indiscriminada, la retaliación judicial aupada por el gobernador del Táchira la que le dio gasolina a las protestas. Esperamos que en esta oportunidad los llamados órganos competentes, que han demostrado todo lo contrario, dejen a un lado su servicio a los intereses partidistas y hagan las investigaciones como corresponde y establezcan las sanciones a quienes hayan sido los responsables de la golpiza recibida por Villamizar.
Fuente: Editorial de Tal Cual
Xavier Coscojuela