El presidente del Comité Militar de la OTAN, Rob Bauer, pidió este miércoles el apoyo de «toda la sociedad» a Ucrania en su lucha por su supervivencia y en la defensa de la democracia tras casi dos años de invasión rusa, y en un año clave de citas electorales.
«La responsabilidad de la libertad no recae únicamente sobre los hombros de los uniformados», afirmó Bauer al inicio de una nueva sesión de dos días de los jefes de la Defensa de los países aliados.
El almirante neerlandés subrayó que, para reforzar la defensa colectiva de los aliados y apoyar al mismo tiempo a Ucrania «en su lucha existencial», es necesario «un enfoque que abarque a toda la sociedad».
«Necesitamos que los actores públicos y privados cambien su mentalidad de una era en la que todo era planificable, previsible, controlable, centrada en la eficiencia, a una en la que todo puede ocurrir en cualquier momento», destacó Bauer.
En esta reunión, los jefes de Defensa de la Alianza participarán en el primer Consejo OTAN-Ucrania que se celebra a ese rango.
Para Bauer, la guerra de agresión rusa en Ucrania «nunca ha tenido que ver con ninguna amenaza real para la seguridad de Rusia procedente de Ucrania o de la OTAN».
«Esta guerra se debe a que Rusia teme algo mucho más poderoso que cualquier arma física sobre la tierra: la democracia», apostilló.
Dijo que «si los ucranianos pueden disfrutar de derechos democráticos, los rusos no tardarán en ansiarlos también. De eso se trata en realidad esta guerra».
Recordó que este año «una cifra récord de 2.000 millones de personas votarán en unas elecciones democráticas y, sin embargo, el concepto de democracia necesita ser defendido más que nunca».
El presidente del Comité Militar apuntó que «hoy es el día 693 de lo que Rusia pensó que sería una guerra de tres días».
«Ucrania tendrá nuestro apoyo durante todos los días que están por venir. Porque el resultado de esta guerra determinará el destino del mundo», puntualizó.
En la sesión de hoy los jefes de la Defensa de los países aliados también abordarán los nuevos planes de defensa y disuasión adoptados en la cumbre de Vilna en julio pasado, que guiarán a sus fuerzas armadas en las próximas décadas.
Esos planes incluyen aumentar la disponibilidad de las tropas, crear y desarrollar capacidades, adaptar las estructuras de mando y control de la OTAN, mejor apoyo logístico para la movilidad militar o el preposicionamiento de equipos, y más ejercicios de defensa colectiva y adiestramiento.
EFE