El Zar de la Belleza aclaró que su salida no se debió a diferencias internas, sino a un deseo de reencontrarse con sus raíces. “Si bien es cierto que decidí dar un paso al costado, también es cierto que ahora, más que nunca, hay Osmel para rato”, expresó
Osmel Sousa anunció este martes su renuncia oficial como asesor de la Organización Miss Universo, poniendo fin a una etapa que marcó su trayectoria en los certámenes internacionales.
En declaraciones difundidas a través de sus redes sociales, Sousa explicó que la decisión responde a una reflexión personal y profesional.
El Zar de la Belleza aclaró que su salida no se debió a diferencias en la organización, sino a un deseo de reencontrarse con sus raíces.
“Estar lejos de mi Venezuela y, más aún, vivir en un lugar completamente solo, ya con una cierta edad, me hizo reflexionar profundamente. A esta altura de mi vida, sentí que debía estar rodeado de los seres queridos que siempre me han acompañado, apoyado y comprendido, tanto en los buenos momentos como en los difíciles. Es por eso que tomé la decisión de regresar a mi tierra, a ese lugar que siempre me ha dado fuerzas para seguir adelante”, indicó.
La organización no ha emitido comentarios sobre quién asumirá su papel en adelante.
Pese a su retiro de Miss Universo, Sousa adelantó que continuará con otros proyectos en el mundo de la belleza.
“Si bien es cierto que decidí dar un paso al costado, también es cierto que ahora, más que nunca, hay Osmel para rato”, afirmó.
La carrera de Osmel Sousa en los concursos de belleza
Osmel Sousa es una de las figuras más influyentes en la historia de los concursos de belleza. Ingresó al Miss Venezuela en la década de 1970 y asumió la presidencia del certamen en 1981. Bajo su dirección, el país vivió una época dorada, alcanzando un récord sin precedentes: siete coronas de Miss Universo, seis de Miss Mundo y siete de Miss International, entre otros títulos internacionales.
Sousa fue artífice de la formación de reinas icónicas como Irene Sáez, Alicia Machado, Dayana Mendoza, Stefanía Fernández y Gabriela Isler, todas figuras que consolidaron la fama de Venezuela como la “fábrica de reinas” del mundo.
Su meticuloso trabajo de preparación -que incluía entrenamiento en oratoria, pasarela, cultura general y proyección escénica- definió un modelo de excelencia en certámenes de belleza, imitado por numerosos países de América Latina.








