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¿Orinar en un baño público o aguantar las ganas? Expertos te dan la respuesta

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¿Orinar en un baño público o aguantar las ganas? Expertos te dan la respuesta

El cuerpo humano es sabio, y cada vez que la naturaleza llama a tu vejiga poco importa el lugar en el que te encuentres, pues su prioridad es descargar ese contenido que sobra dentro de uno.

 

 

 

Por esta razón, te explicamos los pasos que normalmente sigue el cuerpo.

 

 

 

La situación:

 

 

 

A nadie le gusta hacer pipí en baños públicos, pero cuando la naturaleza llama, a tu vejiga no le importa que el único baño sea un puesto público que huele a establo descuidado y parece como si la coladera hubiera explotado. Tienes que tomar una decisión difícil: hacer pipí de “aguilita”, lo cual podría aumentar el riesgo de contraer una infección en el tracto urinario, o sentarte en esa superficie llena de gérmenes. ¿Qué haces?

 

 

 

Los hechos:

 

 

 

Tal vez lo más importante que tienes que saber cuando vayas a la esfera infestada de germen de un baño público es que tu trasero mantiene a los microbios alejados de manera natural. Bueno, tal vez tu trasero no, pero la piel de tu trasero –asumiendo que no tiene heridas abiertas– es increíblemente impermeable incluso a los microbios más espantosos. “La piel intacta es un componente importante para tu sistema inmunológico y es muy difícil que algunos organismos la traspasen“, dice Amesh Adalja, médico de enfermedades infecciosas en el Centro Johns Hopkins para la Seguridad de la Salud. “La probabilidad de que alguien contraiga una enfermedad al sentarse en un escusado es muy baja”.

 

 

 

La segunda cosa más importante que tienes que saber es que un baño público no tiene más gérmenes que la mayoría de las otras superficies que tocas. “Es incorrecto decir que los baños son más sucios que otros lugares”, dice Adalja. A menos que tengas problemas con tu sistema inmunológico desde antes, tienes las mismas probabilidades de atrapar un virus al agarrar la perilla de una puerta, un escritorio de oficina o la mano de tu amigo, que al entrar a un baño público. Adalja señala que hay más bacterias en un pedazo de pasto y en una cucharada de agua del océano que en un baño público.

 

 

 

“Creo que las personas exageran cuando van a baños públicos, no se dan cuenta de que tienen una visión falsa sobre la esterilidad de todo lo demás que está fuera del baño”, dice. De hecho, el baño de tu casa probablemente es casi lo mismo, y es mucho más probable que todas las superficies donde te cepillas los dientes, te maquillas o donde tomas agua estén llenas de gérmenes. Por si te queda duda, él aconseja que te laves bien las manos con agua y jabón, pero que evites los jabones y geles antibacteriales, ya que pueden alimentar el crecimiento de bacterias resistentes a los antibióticos.

 

 

 

Pero, ¿qué hay de mi vejiga?

 

 

 

Digamos que tu miedo de sentarte en un escusado público todavía no se ha ido o que decides ponerte en cuclillas sobre el escusado porque alguien que entró antes que tú no tuvo la decencia de atinarle. Pero, ¿qué hay de los riesgos que corre tu vejiga por no vaciarla por completo? Tu vejiga esencialmente es un músculo. Cuando se llena, el músculo se contrae para empujar la orina y cuando terminas el músculo se relaja, dice Alex Shteynshlyuger, director de Urología en el New York Urology Specialists.Cuando haces de aguilita, comprimes los músculos de la vejiga y el perineo porque estás en una posición que no es natural, esto te puede llevar a tener problemas como la retención urinaria y problemas musculares.

 

 

 

Lo peor que puede pasar:

 

 

 

Debido a que estás usando parcialmente tus músculos de la vejiga para mantenerte en esa posición, es posible que no vacíes completamente tu vejiga. “Si la vejiga se ve obligada a distenderse durante mucho tiempo, los músculos de la vejiga se vuelven menos funcionales con el tiempo, menos capaces de exprimir [la orina] y más fibrosos”, dice Shteynshlyuger. Las vejigas que no se vacían por completo también tienen un riesgo mayor de contraer una infección urinaria (ITU). Pero a menos que tengas heridas abiertas en el trasero, el riesgo de contraer una ETS o un virus es mínimo.

 

 

 

Lo que probablemente pasará:

 

 

 

Ve y deja caer tu trasero en el asiento; tienes más probabilidades de atrapar una infección en el trabajo o cuando agarras el carrito de super. “Vivimos en un mundo dominado por las bacterias, y es una tontería pensar que se puede vivir una vida estéril”, dice Adalja. Los microbios le hacen más bien a nuestra salud que mal.

 

 

 

Y siempre y cuando no sea un hábito regular hacer de aguilita, o de retener tu orina durante largos periodos de tiempo, tus músculos de la vejiga están bien si quieres no tocar el escusado. “En general, la vejiga humana es muy resistente. Para que la dañes, tendrías que hacer algo constantemente y por mucho tiempo”, dice Shteynshlyuger.

 

 

Noticias24

María L. Espinoza

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