Los rebeldes al régimen de Bashar Al Assad denunciaron la participación de esos grupos en ataques del Ejército. La posibilidad de una reunión en Ginebra para la resolución diplomática del conflicto quedó condicionada a que se detenga esta ofensiva
La oposición siria acusó a Irán y al movimiento chiíta Hezbollah de desplegar hombres en apoyo a las tropas del régimen de Bashar Al Assad, en el marco del conflicto civil que parece extenderse al vecino Líbano e involucra a varias potencias regionales.
Al menos 28 milicianos del movimiento libanés Hezbollah, aliado de Damasco y Teherán, fueron abatidos en el ataque a la ciudad estratégica de Qusayr, y tres personas -entre ellas, un soldado- murieron en el norte del Líbano en choques entre seguidores y opositores al régimen del presidente sirio Al Assad.
En Washington, el Departamento de Estado destacó que «condena con fuerza los bombardeos» de las fuerzas regulares en Qusayr y la participación de Hezbollah en la ofensiva. El presidente Barack Obama, por su parte, durante una comunicación telefónica con su par del Líbano, Michel Suleiman, se expresó alarmado por el «rol activo y creciente de Hezbollah en Siria».
En tanto, los combates siguen en varias regiones del país, con consecuencias trágicas para los civiles. En la ciudad de Raqqah, según la ONG opositora Observatorio Nacional para los Derechos Humanos (Ondus), siete niños menores de 14 años y una mujer, madre de seis de ellos, murieron en un bombardeo aéreo del régimen contra su casa.
La ofensiva para reconquistar ese nudo estratégico distante 10 kilómetros de la frontera con Líbano fue lanzada el domingo por las fuerzas leales al Al Assad, que, según testimonios, siguieron combatiendo este lunes en el centro habitado para garantizar el control.
En coincidencia con el inicio de la batalla de Qusayr, en Trípoli, en el norte del Líbano, estallaron nuevos enfrentamientos armados entre alawitas y sunitas, posicionados con el régimen de Bashar Al Assad y la oposición, respectivamente.
En tanto, la diplomacia trabaja en la nueva conferencia de Ginebra, propuesta por Estados Unidos y Rusia, que debería encontrar una solución política al conflicto armado.
Recién el jueves, durante una reunión en Estambul, la coalición de la oposición decidirá si participa, un día después, en nuevos coloquios del grupo «Amigos de Siria» previstos para el miércoles en Amman, a los cuales asistirán los cancilleres de los 11 países, entre ellos Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña.
Pero para el Consejo Nacional Sirio, primera plataforma antirrégimen Assad en el exterior que integra la coalición de la oposición creada en 2012, «la conferencia no verá la luz» si no se pone fin a la «invasión de Siria de parte de Irán y de los terroristas de Hezbollah».
El presidente Obama habló también este lunes, por teléfono, sobre Siria con el premier italiano, Enrico Letta, y «acordaron la necesidad de favorecer una salida pacífica de la crisis a través de una iniciativa de la comunidad internacional capaz de involucrar a los principales actores regionales», informó la Cancillería de Roma.
Menos diplomático fue el canciller británico, William Hague, quien advirtió que «ninguna opción será excluida» si el gobierno sirio no está dispuesto a colaborar seriamente con la conferencia de Ginebra. // IPP
Fuente: ANSA