Quien puede tres, puede cinco. Al menos, eso piensa la Mesa de la Unidad Democrática, que apuesta por realizar una renovación total del Consejo Nacional Electoral (CNE). Del quinteto directivo, tres tienen ya sus períodos vencidos: Tibisay Lucena, Sandra Oblitas y Vicente Díaz. Sin embargo, la coalición opositora considera que la reforma de la cúpula también debe alcanzar a las rectoras Socorro Hernández y Tania D’ Amelio, quienes -en principio- deberían permanecer en sus puestos hasta 2016.
Esta iniciativa es impulsada por Un Nuevo Tiempo (UNT) y cuenta con el aval del resto de los integrantes de la MUD. «La idea es tener un organismo electoral realmente equilibrado, tal como lo establece la Constitución de 1999», destacan fuentes de la alianza. De los cinco árbitros, son precisamente Hernández y D’ Amelio quienes exhiben claros vínculos con el chavismo. La primera ocupó el Ministerio para la Ciencia y Tecnología y la presidencia de CANTV bajo el Gobierno del difunto presidente Hugo Chávez, al tiempo que su colega fue dirigente del extinto Movimiento Quinta República (MVR) y diputada oficialista ante la Asamblea Nacional por el estado Vargas.
La Asamblea Nacional ya instaló los comités preliminares para remozar parcialmente el ente comicial y también el Tribunal Supremo de Justicia, donde nombrarán a 11 magistrados de un total de 32. La MUD estima que el Consejo Moral Republicano debe seguir el ejemplo y abrir cuanto antes el proceso que culminará con la selección de los nuevos responsables de la Defensoría del Pueblo, la Contraloría General y el Ministerio Público.
A diferencia de los casos del CNE y el TSJ, donde la AN llama a la sociedad para emprender la reestructuración de estos organismos, el artículo 279 de la Carta Magna establece que es el propio Poder Ciudadano el que debe convocar un comité de evaluación de postulaciones para cambiarse a sí mismo. Los períodos de la fiscal Luisa Ortega Díaz, la defensora Gabriela del Mar Ramírez y la contralora Adelina González concluyen en diciembre de este año. No obstante, en la oposición creen que «para luego es tarde» y plantean al triunvirato montarse en la ola de rectores y magistrados para refrescar ya estas instituciones.
Para nombrar a las autoridades del CNE, TSJ y Poder Ciudadano se requiere el voto favorable de las dos terceras partes de la AN. Pero, la elección de los miembros del Consejo Moral Republicano tiene una particularidad, pues si los diputados no se ponen de acuerdo – reza el mismo artículo 279 de la Constitución – los nombres de los aspirantes (tres por cada puesto) se llevarán al Poder Electoral para ser sometidos a una «consulta popular».
Aunque cada comité de postulaciones tiene su propia dinámica, chavismo y oposición podrían abordar como un todo la renovación de los poderes públicos, uno de los temas que la MUD ha colocado sobre la mesa de diálogo que adelanta con el Gobierno del presidente Nicolás Maduro. Un acuerdo general podría evitar, por ejemplo, tener que realizar una elección para ungir a los sucesores de Ortega Díaz, Ramírez y González.
Fuente: El Universal
