¡Wo jiáo Cabello!
julio 12, 2013 7:02 am

Aclaro que en traducción del mandarín al castellano, titulo con lo dicho por Diosdado al llegar a China… ¡Mi nombre es Cabello! Y como yo, hasta allí balbuceó Putonghua (como se llama popularmente el mandarín y que le sonó familiar), después siguió -intérprete cerca- asegurándoles que fue tan lejos sólo a “fortalecer las relaciones” entre el PSUV y el Partido Comunista de ese país.

 

Por supuesto que no faltó el cuento de la agenda dejada por el “gigante” que los lleva a viajar y viajar cumpliendo con la tarea que les encomendó su “Comandante Eterno, Hugo Chávez, de fortalecer y profundizar las relaciones entre el PSUV y el Partido Comunista de China (PCCh)”, algo similar a lo que les dejó pendiente con rusos, bielorrusos e iraníes y, por supuesto, con los chulos del ALBA.

 

Y es que la cosa está clarita… Nada de modelos económicos para fortalecer una clase media numerosa y sacar de la pobreza a millones. Eso no conviene, lo que conviene es la formación de esbirros comunistas que eufemísticamente llaman “cuadros partidistas”.

 

El ricacho Cabello va a darle plenas garantías a los chinos de que aquí el chavismo es monolítico, y que esa “cochina” llamada Venezuela se la parten y reparten con absoluta tranquilidad con ellos. Diosdado se abraza con Li Jingtian, vicerrector de la Escuela Central del Partido Comunista Chino y se fascina del lavado de cerebro que ya les han hecho a jóvenes venezolanos que integran los cuadros políticos del PSUV que se forman en esa “institución”.

 

Diosdado pulsa cómo está la cosa en China, si ya recuperaron la confianza y si están dispuestos a dar más prestamos sobre trozos de país… Vendrá a contarle a Jorge Arreaza y a Maduro sus impresiones, para que vayan tranquilos y sin nervios el próximo 18 de julio y en septiembre respectivamente…

 

Al vicepresidente Li Yuanchao le dice: ¡Huítuó jiàn (hasta luego) mi caballo! Puedes seguir dándonos préstamos porque al liderazgo opositor se le olvidó la impugnación.

 

ebruzual@gmail.com / @eleonorabruzual

Por Elonora Bruzual