Tibisay, ¡Qué circunstancia! hoy te vuelvo a escribir movido precisamente por la circunstancia. De nuevo el cielo nos brinda la estrella para ver hasta qué medida podemos cambiar, no sólo en la ruta socio- política que marca la crisis del país, sino también en el rumbo que tratemos de imprimir al comportamiento individual, más si tenemos responsabilidades públicas como la tienes tú, Tibisay.
Eres Presidenta del CNE, principal protagonista, recayendo sobre tus hombros el ser garante de transparencia en este proceso electoral y, del cual, dependerá la paz y el sino del pueblo de Venezuela, si la noche de los comicios te miráramos caminar autónoma, soberana por esa pasarela, mucho antes de que cante el gallo, anunciando conforme al evangelio, las buenas nuevas de los resultados de la votaciones, que proyectarían el camino del país a partir del 14 de Abril.
Disculpa si en algo ofendo Tibisay, pero considero que tu formación sociológica debería ser guía para comprender, analizar e interpretar lo patológico de este emponzoñado gobierno que no deja más que odio entre un mismo pueblo y que a cada minuto hace más daño a Venezuela. Lamentablemente las evidencias apuntan a tu simpatía por la forma de hacer política del infausto régimen.
Últimamente te vimos exhibir sin ningún disimulo un “brazalete” símbolo chavista. Acuérdate de la mordiente frase de Julio Cayo “… la mujer del César, no sólo debe ser honesta, sino también parecerlo”. Aunque nunca te imaginaría “rodilla en tierra, con el morral en la espalda, fusil al hombro y bayoneta calada…” para disparar contra otro venezolano, porque seguro estoy que tu corazón te lo prohíbe.
¡Es doloroso! que con el enfoque académico y egresada de una universidad como la UCV, te permitas quedar enredada en la historia como un brazo ejecutor, que embarniza de Democracia a un gobierno díscolo, corrupto, manejado por los Castro y que intenta perpetuarse en el poder; y tú lo sabes. Pero como dijo en su momento Juan Pablo II “Despierta y Reacciona” hoy te lo recordamos, ¡ya, ahora!, otorga condiciones para unas votaciones libres y, el 14-A, coraje para emitir los resultados.
Sería una pérdida que quedaras entrampada en un sistema de votación automatizado al que defines reiteradamente como el más confiable, contraviniendo nada más y nada menos que a Bill Gates, fundador de Microsoft, quien dijo “…para lo último que se debe utilizar informática es para unas elecciones…”.
No somos ni eres tan ingenua para creer que en el diseño y operación del proceso electoral no intervenga quien controla los Poderes Públicos, y que el Poder Electoral sea él único virginal. No obstante, los venezolanos en esta hora y en este momento crucial, exigimos que cumplas conforme a la responsabilidad que te otorga la Constitución y las leyes venezolanas, sin ningún otro interés que no sea garantía de unas elecciones justas y libres.
Hoy, nos hallamos sumergidos en una campaña electoral sobrevenida, a causa de una “circunstancia sobrevenida” que a luces no fue tan acontecida. En las elecciones del 7-O, ya el mismo Chávez y la cúpula del gobierno sabían del infortunio que se cernía sobre su vida y, sin embargo, permitiste su candidatura sin importarles su salud y las consecuencias y, más aún, siendo el candidato militar activo. Contienda realizada con amenazas y ventajismo asombroso por a quien luego ustedes le “alzaron la mano fraudulenta”, generándose después esta circunstancia.
El hecho es que ya estamos en plena actividad electoral con las mismas condiciones anochecidas. Pero con la Bendición de Dios Todopoderoso de los Ejércitos y las Trompetas de Jericó, el pueblo democrático a punta de voto y su FANB institucional, haciendo respetar la voluntad popular, enfrentaremos el poderío ventajista de Maduro y los Castro. Aunque ya se percibe las carencias de Nicolás: un verbo empobrecido y por sus “obras lo conoceréis”.
El pajarito de Nicolás sólo puede ser comparable con las camisas voladoras de Diógenes Escalante. ¿Puede un hombre que delira y que sueña, tutelado por los Castro, convertir a Venezuela en un pueblo libre, democrático y desarrollado, puede además ser Comandante en Jefe de nuestra Gloriosa Fuerza Armada? No puede. ¡Y qué falta de madurez política! ¡Qué diría Chávez del símil! Que lo iguala a algo así como al “Pájaro Chogüí”.
¡Tibisay, es tu momento! ¡Hay una gran oportunidad de cambio! aprovecha lo positivo de la circunstancia, escucha la “voz del viento” que es la misma de los estudiantes, quienes piden condiciones electorales claras y justas y, te aseguro, que las generaciones te recordarán como a “Tibisay de espíritu alto, valiente y de corazón puro y alegre” como la princesa india, de quien posiblemente has heredado el nombre. Escapa del odio y la sed de poder de las personas que te rodean y busca la laguna de agua limpia y transparente. Te acompaño Tibisay a orar por tu salud y por una Nueva Venezuela.
Miembro de la Junta Patriótica
Fuente: DN
Por Pablo Medina