Necesitamos la ampliación y mejoramiento de la vialidad rural para que nuestros campesinos mejoren su sistema de transporte y distribución, planteamos a los diputados el problema para que se encarguen de hacer las gestiones respectivas
Cuando los diputados reciben solicitudes en los pueblos y barrios que visitan, los vecinos aspiramos a que esas demandas sean llevadas a las instancias correspondientes. Ellos son las correas de transmisión entre nosotros los ciudadanos y las instituciones públicas.
Si requerimos la ampliación de la planta física del liceo porque la población en edad escolar ha crecido en la parroquia, acudimos ante esos dirigentes para que busquen si existen partidas presupuestarias para ese fin, y tramiten ante los organismos respectivos la obra en cuestión.
Si necesitamos la ampliación y mejoramiento de la vialidad rural para que nuestros campesinos mejoren su sistema de transporte y distribución, planteamos a los diputados el problema para que se encarguen de hacer las gestiones respectivas.
Es así como funciona en democracia la lucha por las reivindicaciones. Se identifica el problema. Se acude a los dirigentes naturales, bien del consejo comunal, de la alcaldía, de los partidos políticos, del sindicato o de los gremios. Se organiza a la comunidad de solicitantes para hacer más eficiente el reclamo. Y se busca conseguir los fondos para acometer la obra en cuestión.
La discusión del proyecto de Presupuesto es el escenario y momento pertinente para que nuestros representantes, aquellos a quienes convertimos en diputados con nuestros votos, se esmeren en orientar el gasto público hacia las necesidades reales y más sentidas de la
población.
Los diputados a la Asamblea Nacional no tienen cómo hacer las diligencias para buscar apartados presupuestarios para las obras de infraestructura y los servicios públicos que requerimos porque la discusión del Presupuesto se le ha negado al país.
Hoy se oculta el Presupuesto. Se niega a los pueblos el derecho que tienen a que sus diputados incluyan en el plan de inversiones y gastos del próximo año las obras, servicios públicos y reivindicaciones a que aspiran. Eso es lo grave de esa violación del precepto constitucional que obliga a presentar el Presupuesto ante la Asamblea Nacional.
El atentado ha sido contra el pueblo que aspira a que se aparte el dinero para las obras que necesita, no contra los políticos de oposición.
@ClaudioEFermin