El arte del coaching y su metodología, está basada en lograr un mayor conocimiento de nosotros mismos a través del aprendizaje; nos permiten entender por qué actuamos como actuamos y en consecuencia, por qué logramos lo que logramos o por qué no lo logramos.
El coaching nos permite obtener cambios en nuestra manera de percibir el mundo, descubriendo y revisando los juicios que determinan nuestras percepciones y nuestros comportamientos.
El rendimiento y la efectividad son moldeadas por nuestro modo de ser y a este modo de ser lo denominamos “estructura de coherencia”; el ser humano intenta ser coherente con lo que siente, con lo que piensa, aunque no siempre actuemos en es misma línea. Esa disonancia es un ruido que nos invita a revisarlo.
El coaching nos permite profundizar y lograr esa congruencia entre el lenguaje (lo que nos decimos), las emociones lo que sentimos) y el cuerpo (cómo actuamos), y ello incide de manera determinante en nuestros resultados personales y profesionales.
Enfatizamos que somos seres lingüísticos y entendemos el lenguaje como la herramienta humana más importante, desde el lenguaje producimos resultados y generamos realidades.
El liderazgo efectivo depende fundamentalmente de cómo las personas utilizan el lenguaje, comenzando por nuestra propia conversación interior.
Adela Romero Barboza