No se entiende…

No se entiende…

En estos días, hay muchas cosas que no entendemos… No corren tiempos fáciles para aplicar la lógica y esto lo decimos no solo porque el mundo de las creencias y del realismo mágico está escribiendo un nuevo capítulo por estos lares, sino porque el racionamiento o lo que es lo mismo en buen criollo «meterle el coco» a las cosas nos deja muy mal parados.

 

Comencemos con un fenómeno electoral. ¿Cómo se entiende que el candidato de la alternativa democrática en las giras que viene realizando por las distintas ciudades del país llena cuadras y cuadras de gente y las encuestas que se publican reflejan una supuesta amplia ventaja del representante del continuismo? Tal vez sea una ilusión óptica. Quizás sea por ¿curiosidad? O será que Henrique despierta una mayor motivación para acudir a este tipo de actos, pero cuando preguntan en una encuesta los consultados por alguna razón contestan que votarán por el oficialismo. Sea como sea, una cosa es Maduro y otra Chávez. ¿Será que las consultas se hicieron muy recientes a la muerte del líder supremo y la emoción del hecho privó en las contestaciones? En una nación tan dada al cortoplacismo ¿seguirá intacto el impacto generado en las masas el fallecimiento de Chávez?

 

Maduro, en campaña, más allá de proclamarse «Hijo y heredero» del Comandante no ha resultado un buen candidato. Repetitivo, sin propuesta, sin carisma e insultante. Lo que en Chávez resultaba gracioso y despertaba simpatía en Nicolás resulta en el mejor de los casos tan poco divertido como «un chiste explicado» y en el peor de ellos una «pena ajena» como el bailecito al estilo «Thriller» que hizo que muchos de los que estaban en el presidio del acto bajaran la cabeza con cierto dejo de ¿vergüenza?

 

Si Nicolás gana no será por él, Chávez sería nuevamente el vencedor. Ahora, ¿hasta qué punto más allá del miedo (instrumento principal de campaña electoral) el chavista de corazón trasladará su voto a sabiendas que este interinato ha sido nefasto hasta el colmo de la devaluación de nuestra moneda y nuestra vida? El líder supremo ya no está y pese a los intentos de mantenerlo fresco en la memoria el caos es lo que priva en la cotidianidad… ¿Votarán por un recuerdo? La gente siempre decía: Chávez es muy bueno pero lo que pasa es que está mal rodeado. Ahora los que gobiernan son esos mismos a los que el líder regañaba en público.

 

Las encuestas hablan de un supuesto amplio margen. Los expertos en opinión pública refieren que el chavismo es la nueva religión. La realidad grita que esto es un desastre. La razón nos sugeriría que el masoquismo de seguir cavando el foso con Maduro y su combo no es una opción lógica… Pero ya lo dijimos… no parecieran ser buenos tiempos para la racionalidad… ¿o tal vez si?

 

mariaisabelparraga@gmail.com

 

Fuente: EU

Por María Isabel Párraga

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