La verdad verdadera

La verdad verdadera

Para Merentes el problema de la economía venezolana está generado por algo de inflación que será controlada en uno o dos meses a lo sumo. No ve para nada que el problema se origina en las propias políticas castristas del gobierno, agotadas y sin posibilidades de rescate. Para el general Rodríguez Torres, la percepción de inseguridad es mayor a la inseguridad real que existe en el país. Tampoco observa el general que la matazón de venezolanos ya pasa de 20 mil por año y que el país está al borde con esto de la inseguridad. Para Maduro pronto Venezuela será una potencia mundial y rápidamente veremos cómo florece la economía y el bolívar.

 

Tampoco encuentra razón para preocuparse cuando la deuda externa e interna, tanto la nueva como la que dejó el difunto comandante, es más típica de países enfermos que de una nación económicamente sana. Para la ministra de la Salud basta lavarse las manos con jabón para detener la evidente epidemia de AH1N1 que sufren los venezolanos. Tampoco cuenta los muertos ni los contagiados. La cosa va desde Táchira hasta el estado Bolívar. Así gobiernan, minimizando.

 

Para el gobernador del Zulia, Arias Cárdenas, los contrabandistas de gasolina y alimentos compran en las estaciones de gasolina y los supermercados. No ve por ningún lado a la Guardia Nacional administrando el paso de gandolas, cisternas y camiones con las cargas completas hacia Colombia. Eso lo ve todo el mundo. Para Jesse Chacón el problema eléctrico se fundamenta en el excesivo y desordenado consumo en el que asoman la cabeza tanto los empresarios como los comerciantes y sus centros comerciales lujosos. Tampoco escapan los ciudadanos y sus quintotas. La verdad es que esta gente por casi 15 años dejó de invertir, se dedicó a hacer negocios con los cubanos, trajeron cualquier cantidad de planticas inservibles, nunca más hicieron mantenimiento.

 

Para el ministro de Agricultura pronto el país podrá exportar alimentos y va derechito a convertirse en una potencia agrícola. La verdad es que la revolución con su castrismo incorporado, invadió, amenazó, expropió, confiscó e hizo lo que le dio la gana con los productores del campo generando el abandono y la falta de inversión en los centros de producción. Ni el mismo gobierno produce en los terrenos que se robó. Solo negocios y triangulaciones con los cubanos. Solo importación masiva. Solo pudreval parejo.

 

La construcción, en el marco de la Gran Misión Vivienda, va a toda velocidad y casi no queda gente sin casa o en refugios. La verdad es que la deuda con la población anda fácil por encima de los dos millones de viviendas.

 

Dicen que estamos en medio de una revolución. La verdad es que esto es un gran desorden, un festín de dólares y corrupción. Está a la vista.

 

erojas@elniversal.com / Twitter: @ejrl

Por Elides Rojas

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