Sería un error si la MUD se deslindase de ese movimiento, como han expresado algunos articulistasCon toda razón, el grupo de muchachos y muchachas que hizo la caminata de Macaracuay a la plaza Alfredo Sadel la titularon “La marcha de los valientes”, en solidaridad con los presos cuya libertad exigen, incluido Leopoldo López, y en homenaje a Iván Simonovis. Una vez en la plaza, ayunaron e incluso se encadenaron. Esos jóvenes mantienen viva la llama de la protesta pacífica contra la dictadura militar que encabeza Maduro.
Sería un error si la MUD se deslindase de ese movimiento, como han expresado algunos articulistas. La dirección política debe entender que existen diversas formas de lucha. Están estos campamentos y marchas pacíficas, y al mismo tiempo en San Diego y San Cristóbal se da una prueba más de la potencialidad de ese movimiento antidictadura. No hay contradicción, lo que debe haber es armonía, coordinación en unos mismos objetivos.
También debe entender la dirección política que se están creando condiciones para un victorioso movimiento de Unidad Nacional, donde participen trabajadores y campesinos, empresarios y hacendados, parlamentarios, gremios, universidades, sindicatos y la Iglesia, que ha evidenciado en diversos documentos su oposición a los métodos autocráticos y totalitarios del régimen que encabeza Maduro, heredado de Chávez; incluso, me van a permitir pensar que existen grupos institucionalistas en las Fuerzas Armadas. Eso significa no desechar todo lo que huela a militar. Quien conozca la historia del país sabrá que los militares han tenido un papel protagónico de distintas maneras en distintas épocas.
En conclusión, hay que moverse en la dirección de un amplio movimiento de Unidad Nacional. En distintas épocas de nuestra historia, ha funcionado ese mecanismo unitario y siempre ha sido victorioso. La gesta que encabeza el movimiento estudiantil está llena de coraje, de heroísmo, de no tener miedo a la represión, estudiantes que han salido en libertad y que tienen régimen de presentación los vemos de nuevo a la cabeza de las marchas, dando ejemplo a los indiferentes. Sirvan estas líneas para expresar mi solidaridad con ese movimiento pacífico y esas acciones.
Hay que tener fe de que esta dictadura militar será sustituida por un gobierno que gobernará para todos, que unificará al país y abrirá las puertas a la democracia, a las libertades ciudadanas, al cumplimiento de la Constitución.
Dirigente político
