Estamos al borde de una crisis revolucionaria, que o se convierte en una extraordinaria oportunidad para reimpulsarla desde el socialismo bolivariano de manera radical (desde la raíz, no desde el extremismo), o terminará siendo una puntillada fatal para las aspiraciones del Comandante Chávez.
No le ha tocado fácil al Presidente Nicolás Maduro, pero es importante que éste se deje ayudar aún más por sus verdaderos aliados de clase, se debe tener claro al adversario y sumar a quienes si suman, con el fin de no dejar perder el legado de Chávez.
Todo parece indicar que una arremetida triangulada entre sectores nacionales y extranjeros han generado finas puntadas con dedales resistentes, que pretenden exacerbar temas que ya habían sido preparados en la era Chávez, para poder ser utilizados en época del chavismo en plena vigencia, con el fin de lograr imponer el proyecto neoliberal nuevamente en nuestro país.
En la calle, en nuestras bases, en la capital y en el interior del país se palpa claramente una preocupación en crecimiento que no se puede ocultar, invito a que esta percepción sea medida de manera científica, pero temo no equivocarme, se ha iniciado una fase preocupante de pérdida de apoyo, aunque aún no de traspaso a la oposición, de sectores populares que siempre han visto en la revolución la alternativa para algo distinto, y hasta ahora lo han encontrado parcialmente o aún esperan encontrarlo.
Me permito desarrollar 6 puntos que ilustran las causas de lo afirmado junto a propuestas viables pero no únicas, que lamentablemente quisera hacer llegar de manera privada y directa, pero no existe el canal para tal fin:
1. La impunidad de Timothy Hallet Tracy, Capriles y Caldera, y la injusticia ante Julián Conrado. Sencillo, el pueblo está viendo que la justicia es muy flexible para quienes atacan al proceso revolucionario chavista, y duro para quienes han apoyado por distintas vías y expresiones el avanzar del proceso. La solución parece sencilla, pero la sabemos compleja por las connotaciones que esto trae: una verdadera revolución judicial, sumada a una franca voluntad política de castigar a quienes han recibido soborno, han convocado a la violencia o nos han espiado, es una acción ejemplarizante, el pueblo exije que se le de lo que se le solicita; lealtad a los ideas y los principios socialistas.
2. Un control de cambio que no controla ningún cambio. Un tema muy delicado, donde sólo pretendo asomar mi opinión, muy alejada de la capacidad técnica de un especialista es que en una economía rentintas, despues de 14 años de oportunidad para incremenar la capacidad productiva e industrializarla, la brecha entre la tasa de control y la venta paralela de dólares ya es insostenible, y está logrando distorsionar nuestra economía. Si a esto le sumas la corrupción que se genera por la gran brecha y el burocratismo, además de la escacez de divisas, lamento decir que en esta materia se no se ha acertado hasta ahora, y se debe corregir de manera urgente con mecanismos de flexibilización que garanticen evitar la bancarrota de la economía, preservando el bienestar del pueblo, mientras se diseñan políticas económicas más apegadas a la transformoción del modelo económico productivo socialista.
3. Una selección de candidatos revolucionarios sin las bases revolucionarias. Despues de haber ofrecido a la militancia del PSUV la escogencia por las bases de sus candidatos, en un método que aunque bastante bizarro, levantó expectativas favorables en cuanto a la necesidad de democratizar el proceso interno. Ahora convierten al Gran Polo Patriótica en la excusa para volver a un método de cooptación con más cómplices, pero con tan pocos «dedos» como antes. Retroceder es un error que podría generar aún mayor desmobilización, el riesgo de los roces en procesos electivos de base es mínimo en comparación con la abstención que generaría la poca identificación de los candidatos con la legitimación de las bases. Las organizaciones del GPP deben participar en igualdad de condiciones en la postulación de sus candidatos y proporcionalmente en cuanto a su militancia. Las fuerzas del GPP han demostrado tener unidas una buena parte del electorado del proceso, por lo que las posibilidades son inmensas, y la base de datos existen, ya que al crear el GPP, el registro se efectuó.
4. Buenas relaciones que matan: Colombia y EUA. En el contexto internacional, la aparente obsesión por restablecer buenas relaciones diplomáticas con EUA o mantener una supuesta armonía con Colombia son simples «fantasías tropicales» si se pretende mantener una revolución socialista en nuestro país. Recordemos que cuando Kadaffi fue recibido con alfombras rojas por las potencias imperiales, fue el momento en que le dieron el zarpazo final. Mimetizarce con el enemigo es el adelanto de la derrota. Nunca se debe negar el diálogo, pero ser ingenuos se paga caro.
5. La ética revolucionaria y los golpes de derecha. Entre vídeos, audios, sapos y cabrones, como en una especie de zoológico 4G, la política venezolana en estos últimos meses ha devenido en una crisis ética que ha golpeado muy duro tanto a la derecha como a la izquierda. La urgente renovación de valores y de liderazgos que den lecciones al pueblo de ejemplo moral y ético no sólo es urgente sino necesario, ya que el pueblo termina siendo el reflejo de sus líderes. No podemos seguir tapando el sol con un dedo, invisibilizar la realidad nos hace cómplices de la impunidad. Demos el primer paso de depuración ética en las filas revolucionarias, caiga quien caiga.
6. La falta de un Estado Fuerte, que demuestre que el control es posible. La especulación y la escacez de productos es la bomba de tiempo para generar la molestia social, nuestro pueblo es muy paciente pero cuando explota no lo para nadie. Acabar con Indepabis y crear una estructura tan fuerte o más aún que el Seniat para fiscalización y control de costos y precios justos es así o «bajamos la Santa Maria». Sin embargo la peor escasez que vive nuestro país es la de la honestidad, y la peor especulación es la de la miseria humana, de un lado y del otro del espectro dirigencial político venezolano, por ello este punto va de la mano del anterior referido a la ética política rcolucionaria.
Las bases organizadas y organizaciones del GPP tendremos una gran responsabilidad en el corto plazo, ser protagonista de los cambios o ser responsables de la pérdida de la V República, por lo que queda pedir a nuestros dirigentes mayor atención a lo que se expresa en ellas.
Por Nicmer Evans