La corriente profunda

La corriente profunda

 

 

Del lado de la oposición es distinto el panorama… la corriente profunda que se empieza a ver es la generación emergente, esperanza de un futuro de largo plazo

 

 

Profetizar siempre es difícil, sobre todo si se trata del futuro, dicen los ingleses con ironía. Mucho más difícil prever lo que podrá pasar en Venezuela en los próximos días, semanas o meses. Lo que pareciera un hecho es que el régimen no aguanta más, tantos años de iniquidad y ahora de penuria provocada están pagando factura, y muy cara.

 

 

Es más útil tratar de ver las tendencias a largo plazo de lo que está ocurriendo. Esa tendencia se aprecia sobre todo en Juan Guaidó, presidente encargado de la República desde el 10-1-de 2019, para todo el que lea el artículo 233 de la Constitución. Pero se muestra también en muchos otros, de oposición y del chavismo: son los jóvenes políticos que han crecido en este régimen. La llegada de Guaidó a la presidencia de la Asamblea Nacional y en consecuencia a la de la República no es improvisación: Guaidó tiene décadas dedicado a la política, miembro importante de Voluntad Popular y uno de los líderes fundamentales del estado Vargas.

 

 

Todos estos jóvenes, de lado y lado, han luchado, se han enfrentado y han logrado figuración en el mundo político. Más allá de lo acerbo del lenguaje, se conocen y se tratan y como Guaidó van llegando a los más altos puestos del país. Esa es la esperanza de un país que se entienda y se construya entre los dos sectores enfrentados a la manera de Chávez, con odio y desprecio, pero que tiene que dar paso a la civilización y a la democracia.

 

 

Ciertamente el liderazgo tradicional del chavismo no tiene mucho que mostrar en su haber, salvo la más abyecta corrupción y el desprecio más absoluto por el adversario, al que considera enemigo, y a las mínimas formas constitucionales. Mientras ganaban las elecciones, las respetaban, pero apenas empezaron a perderlas arrebatan y reprimen. El relevo viene llegando y es deber de todo demócrata favorecer una transición a algo más decente.

 

 

Del lado de la oposición es distinto el panorama. Guaidó ha llegado a la presidencia gracias a los esfuerzos de muchos, pero de manera importante de los líderes políticos que han luchado desde el principio contra este desastre y que han pagado con cárcel, persecución y hasta con su vida su afán de libertad. Ese liderazgo tiene muchos logros que mostrar y está ahí para quedarse. Pero la corriente profunda que se empieza a ver es la generación emergente, esperanza de un futuro de largo plazo.

 

 

Gustavo Linares Benzo
@glinaresbenzo

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