Definimos la “cata” como la apreciación organoléptica de las cualidades de un vino a través de nuestros sentidos: vista, olfato, gusto y tacto, para evaluar su calidad y por supuesto, disfrutarlo.
De acuerdo con su objetivo, existen varios tipos:
Cata hedonista. Se conoce como “hedonismo” a aquella corriente que se orienta a la búsqueda del placer, especialmente el placer sensorial. Por lo que en la “cata hedonista” nos centramos en disfrutar el placer que nos produce el vino. Suele estar asociada a eventos entre familiares, amigos o amantes del vino. Su objetivo es descubrir las maravillas del vino, describir y disfrutar las sensaciones percibidas, definir sus cualidades, y elegir sus maridajes o armonías.
Cata analítica. En ella se estudian y describen las sensaciones que produce el vino, mediante un juicio crítico profundo, para explicarlas desde el punto de vista enológico. Su objetivo es analizar los componentes del vino, valorar sus aromas, sabores y equilibrios; además de describir virtudes y defectos, vinculándolos con los procesos de elaboración realizados. Esta cata, ejecutada por enólogos expertos, es imprescindible en la bodega, para controlar el vino en sus etapas de elaboración, y para decidir su salida al mercado.
Cata horizontal. Es aquella en la que se prueban varios vinos de la misma cosecha o año, de la misma denominación de origen, o de la misma zona. Se realiza en los consejos reguladores, para verificar que los vinos de cada bodega reúnan las características organolépticas obligatorias y típicas del nivel de prestigio de cada denominación de origen.
Cata vertical. Ocurre cuando se catan vinos de una misma región, o una misma bodega, pero de diferentes años o cosechas. El objetivo es comprobar tanto la calidad de conservación, como la capacidad de evolución de los vinos, luego de su embotellado y entrega al mercado. Son catas muy rigurosas, llevadas a cabo por catadores expertos, en bodegas y consejos reguladores.
Cata de concurso. Son catas organizadas para calificar los vinos a nivel mundial. Las bodegas inscriben sus vinos por categorías para competir con otros del resto del mundo, que son juzgados por catadores internacionales. El objetivo es premiar los mejores vinos cada año para promover su mercado.
Guillermo Vargas
@guillermo.vargasg