El pasado 25 de septiembre Nicolás Maduro y una comitiva de más de 120 personas esperaban en Vancouver (Canadá) los aviones militares que los llevarían a Nueva York para la intervención de Maduro en la Asamblea General de la ONU. Venían de un periplo de cinco días en China. Pero el Presidente venezolano decidió repentinamente volver a Caracas donde lo esperaban “importantes asuntos” por resolver.
Según Roger Noriega, ex Embajador americano en Caracas, Maduro temía que se diera un golpe de estado en su ausencia, más aún con las declaraciones de Diosdado Cabello, el presidente de la Asamblea Nacional, que dijo “Maduro irá a China y va a regresar y encontrará al país sin golpe de estado”.
La analista Marianella Salazar lo dice en el blog “Por la conciencia”: “Se siente en el ambiente, en los mercados, en las colas para agarrar un carrito o pagar en un supermercado…en cualquier medio de transporte masivo, todo el mundo habla de lo mismo: de la incompetencia, del caos, del desastre de la economía, de la inflación, del colapso en el país. La gente tiene la convicción de que esta situación es insostenible y no puede continuar como está, que algo va a pasar y es inminente”.
Maduro presentaría su “renuncia” en forma “concertada” con los militares, aduciendo su nacionalidad colombiana. Hasta ahora el presidente no ha presentado su registro de nacimiento para acallar los rumores de que nació en Cúcuta o en Bogotá. Su madre es colombiana.
“El país está quebrado, el dinero no alcanza para comprar lo indispensable, esto se parece cada vez más al estado de miseria que padecen los cubanos”, afima Salazar. Hace una semana, el presidente del Instituto Nacional de Estadísticas, Elías Eljuri, tuvo que reconocer que el salario mínimo no alcanza para cubrir los gastos de la canasta básica y admitió que “está por los cielos ante los ingresos”.
Señales como la militarización de la red de abastos Bicentenario en todo el país indican que el gobierno se prepara para lo que viene. Por eso, Nicolás Maduro, que sabe lo que está pasando en el hervidero de las Fuerzas Armadas, vuela en los aviones de Cubana de Aviación. Teme que los militares venezolanos lo dejen tirado en cualquier lado. En los aviones con bandera y tripulación cubana tiene la garantía de que sí regresará a Venezuela porque ese es el interés de Fidel y Raúl Castro.
Roger Noriega afirma “su control en el poder es tan frágil que no puede darse el lujo de descuidar su propia casa. El pecado original de Maduro es que no tiene ninguna legitimidad en los ojos de los venezolanos de todos los espectros políticos”.
Por el lado de la oposición tradicional se sabe que consideran a Maduro ilegítimo porque se robó las elecciones. Pero los mismos chavistas sostienen que Venezuela ya no tiene un gobierno “chavista” porque Maduro les debe su lealtad a los hermanos Castro. Es difícil negar que todo lo que tiene Maduro se lo debe a La Habana.
Según Noriega “miembros de la inteligencia cubana vieron en Maduro a un personaje maleable y fácil de controlar. Maduro era una persona de confianza que vio cómo los médicos cubanos cometieron errores irreparables en el tratamiento contra el cáncer de Chávez”. No solo eso, sino que Noriega afirma que Maduro fue testigo de cómo le aplicaron la eutanasia a Chávez en un hospital en La Habana donde murió.
Hugo Chávez admiraba a Fidel Castro y adoptaba los consejos del líder de la Revolución Cubana, pero podía controlar la injerencia. Maduro no es capaz de hacer lo mismo. Los rivales de Maduro dentro del régimen – muchos de los cuales eran hermanos de armas de Chávez – probablemente no esperaran a que los cubanos intenten controlarlos tal como a Maduro.
Carlos Peñaloza es un general retirado el Ejército venezolano, que fue quien detuvo a Chávez en el fallido golpe de estado de 1991. En entrevista realizada por Jaime Baily ante la pregunta: “¿Qué porcentaje del alto mando militar no está totalmente subordinado a Maduro y Cabello”, Peñaloza respondió: “Es difícil dar números exactos, pero por lo menos se sabe que no todos los generales del alto mando están de acuerdo con lo que está pasando actualmente. Al punto que Maduro fue recientemente a solicitar en los comandos de la fuerza armada que le firmaran un documento donde ellos se comprometían a mantenerlo en el poder porque Maduro era el “nombrado por Chávez” y no se lo firmaron”.
Peñaloza asegura que, ante un escenario de revolución por parte de la población, el Ejército no apoyaría a Maduro. “Las fuerzas armadas nunca fueron Maduristas, quizás Chavistas en algún tiempo…Maduro es una vergüenza nacional, yo creo que debe ser una vergüenza hasta para su familia”.
Según Peñaloza “[Diosdado] Cabello puede sacar a Maduro prácticamente cuando quiera, él tiene el poder militar y económico y tiene ganas. Por alguna razón que todavía no hemos logrado definir él también está esperando el momento para dar el golpe”. Y remató diciendo “Hay un sector de la oposición que le tiene más miedo a Cabello que a Maduro”.
Esta semana el Alto Mando Militar se reuniría con Diosdado Cabello para buscar una salida a la grave crisis que atraviesa el país. Se propondrá a José Gregorio Vielma Mora, actual gobernador del Táchira y militar retirado, como el Presidente para la transición.
De acuerdo con este análisis, la salida de Maduro se daría en cuestión de días, en el momento que Diosdado Cabello considere más propicio. Lo que es imposible prever es si esto será aún peor para el pueblo venezolano.
Por Fanny Kertzman
