El profesor de la Universidad de Harvard Ricardo Hausmann puso el dardo en el blanco. En un artículo publicado por Project Syndicate señaló que la crisis de Venezuela solo se resuelve con una intervención de la comunidad internacional para extractar del aparato del estado a la pandilla delictiva que ha secuestrado el poder.
La reacción de muchos venezolanos contrarios al planteamiento fue inmediata. La mayoría aduce que el costo de una invasión militar en vidas de la población civil es elevado. Estos olvidan que el actual régimen esta llevando al exterminio a una significativa proporción de los habitantes de Venezuela bajo el paradigma que mientras menos habitantes haya y más sometidos estén mayor es la probabilidad de extenderse en el tiempo. Otros argumentan que el país perdería su soberanía. Estos olvidan o ignoran que el país ya está ocupado por una mezcla de régimen forajido extranjero como es el de Cuba y crimen organizado.
Cualquier agencia de inteligencia podría mostrarles a estos incautos un mapa de Venezuela en el que la región sur es dominada por un consorcio de mafias que incluyen pandillas chinas, búlgaras, rusas, sirias y turcas. El Noreste por pandillas marítimas que ejercen control sobre el mar que separa a Venezuela de Trinidad y Tobago y otras naciones del Caribe. Esas pandillas son el azote de la marina mercante de pequeña escala. Por añadidura el territorio que va desde la ciudad de San Cristóbal en el Estado Táchira hasta la península de la Goajira es controlado por las mafias de la droga de Colombia y México.
De manera que cuando se habla de preservar la soberanía se está hablando del 25% del territorio semi controlado por el régimen que es, a su vez, una extensión de las mafias que operan en Venezuela.
Finalmente están los que afirman que se están haciendo grandes avances en la negociación que tiene por teatro a la República Dominicana. Y con estos sí es verdad que concurrimos. Grande ha sido el progreso hecho por el régimen de Venezuela en ese escenario. Entre los más importantes avances uno puede citar: la deslegitimación y tribalización de la oposición; la desactivación de las protestas a punta de represión brutal y descarnada, y la legitimación de dos fraudes electorales y de una asamblea nacional constituyente írrita, inconstitucional e ilegal.
Porque lo que ocurre con los críticos del señor Hausmann es que contrario a él, que tiene tres decenios creando valor en la forma de conocimientos, ellos son magníficos extractores de renta. Y cuando se es extractor de renta se ve la realidad desdibujada como la veían los habitantes de la caverna que Platón inmortalizó en su famoso mito. Afortunadamente para Venezuela hay una generación de creadores de valor que no solo comprenden sino apoyan al maestro Hausmann.
Beatrice R
@BEPA2009