Lo que viene debajo es pueblo arrecho
No quiero personalizar mi desprecio a la miseria que se expresa en la acción de Pedro Carreño contra la Fiscal, en especial porque los títeres generalmente merecen poca mención ya que interesa siempre más el titiritero, o el dueño del circo. Pero Carreño tiene algo especial, casi místico, que rompe este principio, y es el hecho de que genera tanto, pero tanto desprecio, que sabe que la única manera de sobrevivir es sobre esta condición especial de rechazo.
«El problema no es del mono, sino de quien le da la hojilla» dice nuestro refranero popular, pero este al que le han dado la hojilla, no tiene capacidad de ser sólo un títere, porque él mismo sintetiza lo que son aquellos que lo manejan, en especial Diosdado Cabello se sintetiza en él.
Siendo Diosdado absolutamente despreciable en política, cínico, y con una estúpida perversión que abona a la antipolítica,éste contradice su capacidad de haber aprendido realmente del que él ha llamado su maestro. Por eso el protectorado que ejerce sobre Carreño refleja claramente su frustración, producto de la incapacidad, de haber tenido el mejor maestro de la Política en el último siglo (Chávez) y no haber podido aprender nada, pero absolutamente nada de él.
Carreño también termina siendo una clara expresión del conflicto de intereses entre Maduro y Diosdado. Ellos dos arriman hacia la protección de una condición muy particular: no haber aprendido nada de lo bueno de Chávez, de ahí que cada quien tiene una cuota burocrática y financiera que pugnan sin escándalo aparente.
El apuro de Diosdado, sin embargo, a través de Carreño, es por pretender limpiar su nombre, ya que Diosdado, tan «brillante» en política como se asume, ha sido quien ha desprendido más actores políticos adversos al madurismo, porque algunos en su momento creyeron que él era una opción distinta e incluso mejor que Maduro, pero al darse cuenta de la verdad, quienes estuvieron bajo su protectorado prefirieron y seguirán prefiriendo quedar desprotegidos y huérfanos antes que optar por cualquier otra vinculación con un gobierno que literalmente «espanta votos», al punto de que hoy su legitimidad es la más baja de los últimos 59 años.
Insisto en que no es un asunto personal, porque por el contrario, los chavistas críticos, devenidos ahora en el chavismo democrático y defensor de la Constitución, debemos dar gracias a personajes como Carreño, conducido por Diosdado y «atrapados» en el madurismo, que nos han permitido unificar nuestros criterios y planes de acciones para confrontar a aquellos que han traicionado la esperanza de un pueblo que lo que quiere es más y mejor democracia.
Cada mentira, cada engaño, cada palabra de odio abona más al surgimiento de una alternativa política distinta a las dinámicas perversas de aquellos que han generado odio y aquellos que responden con aún más odio y sed de venganza, ya que hoy existimos quienes ante todo esto exigimos justicia.
Sabemos que si se mantiene este gobierno vendrán por nosotros, y si la oposición de derecha triunfa también vendrá por quienes representamos una alternativa, así que nuestra lucha no sólo seguirá contra las carreñadas que nos nutren, sino contra los extremismos de sectores de la MUD.
Hoy el apoyo al rol reinstitucionalizador de Luisa Ortega Díaz en La Fiscalía es sólo la punta del iceberg, porque lo que viene debajo es pueblo arrecho, que cada día tiene menos miedo.
Gracias Carreño… Gracias Diosdado… Gracias Nicolás.
Nicmer Evans