Felipe González pasó unas pocas horas con nosotros y se fue. ¡Qué muestra de inteligencia, joder! ¿Para qué invertir más tiempo en lo obvio? ¿Para qué soportar más insultos de las focas? El veterano líder socialdemócrata concluyó más rápido que inmediatamente, como diría Cantinflas, que aquí no hay ni democracia, ni desarrollo social, ni revolución bolivariana, ni progreso ni libertad: en resumen que aquí no hay nada bueno andando y que solo lo malo se multiplica. Felipe se dio cuenta en pocas horas de que Venezuela sufre una crisis política y humanitaria promovida nada más y nada menos que por el propio presidente de la República.
Sus palabras sobre la visita a nuestro país al regresar a España fueron: “Maduro es el responsable de la catástrofe en términos de crisis social y económica y en términos de libertades básicas; y no hay talante de diálogo en el Gobierno”. Bien dicho, Felipe, porque de que no hay talante para el diálogo, no lo hay. Vamos a estar claros aquí cada vez que nos han impuesto un diálogo es para que el gobierno gane tiempo, se lave la cara ante la comunidad internacional y luego, alas, a seguir haciendo de las suyas.
Voy más allá, este gobierno tampoco dialoga con Cuba, lo que hace es recibir órdenes de Fidel Castro suavizadas con su estudiado tono de consejo de padre. En efecto, Maduro solo respeta la opinión de Fidel y sus emisarios. Entre los emisarios más destacados por ser incondicional de Fidel se encuentra Ramiro Valdez, luchador sanguinario de la Revolución Cubana y némesis de Raúl Castro. De allí el estilo represivo y violador de los derechos humanos que se ha apoderado del gobierno de Venezuela. Este estilo a lo Valdez ejerce actualmente el doble efecto de incomodar a muchos en el entorno de Nicolás (presumo que Tarek William Saab por sus actuaciones en defensa de los derechos de los estudiantes presos, podría estar en la lista de los incómodos) mientras que en Cuba, la injerencia de Valdez en Venezuela es definitivamente una piedra en el zapato para el gobierno de Raúl Castro quien quiere acercarse a Estados Unidos. Y es que Venezuela se ha convertido en la presa del plan B de Fidel porque sabe que su plan A ya se lo arrebataron Raúl, Obama y el papa. Es por todo esto que Felipe González también dijo sobre Nicolás a su regreso a España que este “es hoy mucho más un estorbo para Raúl Castro que una ayuda”.
Por eso repito, ¡Vale Felipe! gracias por venir y más aun por irte bien rápido con nuestra triste verdad a compartirla y regarla por el resto del mundo libre. Que la gente que vive fuera de nuestra versión caribeña del Animal Farm de Orwell se entere por ti del desastre al cual han llevado a nuestro hermoso país, esta sarta de incapaces y corruptos. Pero voy más allá Felipe, como decimos aquí, esta gente es maluca, les place ver el dolor de los venezolanos que no se le arrodillan. Por eso han torturado a decenas de presos en las cárceles, han matado sin piedad a quienes han manifestado pacíficamente su descontento, por eso lanzaron desde un segundo piso al periodista Alejando Ledo, en una alcaldía en Aragua, por eso le arrojan excrementos a los presos y a los disidentes en huelga de hambre. A este nivel de barbarie hemos llegado. Este odio es el peor legado de esta revolución de la destrucción.
La buena noticia es que ya el mundo libre al pedirle cuentas a Maduro le está dictando una prohibición de salida del país a los responsables de este desastre. Necesitamos que condenen abiertamente al régimen, de lo demás nos ocupamos nosotros.
Me dicen que Juan Manuel Santos te escuchó con mucha atención y que estás en contacto con varios presidentes de América Latina, Dilma Russeff entre otros, para ayudar a formar una alianza internacional para convencer a Maduro de que fije la fecha de las elecciones y libere a los presos políticos. Es importante que lo hagan aunque sea por sentido de supervivencia y de la social democracia porque este monaguillo de Fidel les esta desprestigiando la marca en todo el continente.
Lo cierto es que Felipe González, expresidente de España y líder del Partido Socialista Obrero Español, llego a un país latinoamericano que conoce bien para informarse sobre la situación de los presos políticos en un régimen supuestamente social demócrata pero se topó de bruces con Alemania Oriental. El presidente de la Republica lo insultó, el gobierno lo declaró persona non-grata, el Tribunal Supremo de Justicia se apuró para dictaminar que no tenía facultades para defender legalmente a nuestros presos políticos y al final Maduro en un ataque de rabia lo acuso de haber “huido” del país. Bueno, el presidente sabrá lo que dice porque nadie sale huyendo de un paraíso. Ante esta realidad amarga, Felipe muy certeramente esbozó esta opinión que pasara a la historia como descripción de las dictaduras del siglo XXI: “Frente a una dictadura, uno sabe a qué atenerse, pero no frente a una democracia traicionada. Venezuela es el reino de la arbitrariedad y el presidente Maduro lleva al país hacia la destrucción”.
Eso es así Felipe y si Lech Walesa nos visitara opinaría como tú, que en su época la lucha por la libertad si bien no era más fácil, era más clara. Convencernos a nosotros mismos y al mundo de ello ha sido difícil para los Venezolanos amantes de la libertad, muchos han dejado la vida y el pellejo en el proceso; pero vamos a vencer, estamos más cerca de recobrar la verdadera democracia, la única que aceptamos, la única que queremos y la única que nos merecemos.
Ana Julia Jatar