En Maracaibo, la ciudad donde nací y siempre he vivido, existen razones para ser optimista porque tenemos la decisión mayoritaria de contribuir con el cambio político nacional y la suerte de tener a Eveling como candidata para desarrollar con más tiempo y experiencia sus planes para servirles bien a los que habitamos en esta ciudad.
El conocimiento personal que tenemos de ella nos permite asegurar que su inteligencia, su gran sensibilidad por los problemas de la gente y su capacidad infinita para trabajar sin descanso son una garantía de que la Alcaldía de Maracaibo estará en sus buenas manos a partir de este 8-D.
Viene de superar una prueba muy difícil para cualquier servidor público, como lo ha sido el saboteo oficialista sin compasión durante el tiempo de dos años que ha estado al frente de la Alcaldía. Comenzaron por dejarla sin recursos y en una situación deficitaria porque le quitaron el mecanismo de recolección de impuestos municipales a través del recibo de la electricidad, ya que Corpoelec le negó ese servicio con el objetivo de dejarla sin recursos para atender las necesidades del pueblo.
Ya el exalcalde Di Martino se había encargado de regalar o desaparecer todos los camiones para la recolección de la basura, sin importarle que la ciudad se viera en el riesgo de epidemias de cualquier tipo, y para completar el trabajo, incorporó a la nómina fija a una gran cantidad de trabajadores eventuales o contratados, como los llamados salserines, para crear un mayor déficit y reclamos de todo tipo contra la Alcaldía; o sea, no le importó la suerte de los habitantes de Maracaibo con tal de prefabricar el fracaso, en este caso de Eveling.
Habiendo enfrentado con decisión estos problemas, con la experiencia que ha acumulado en estos tiempos duros, está lista y dispuesta para ejecutar los planes que le han saboteado y merece todo el apoyo de nuestro pueblo para que haga realidad su sueño de servirle a Maracaibo y mantenerla como la mejor ciudad de Venezuela.
Por Omar Barboza
