El SICAD es un esperpento; mis disculpas, quisiera tener mayores habilidades literarias a las que recurrir para definir-lo, pero vas mucho más allá de mis posibilidades,
Ni siquiera es un método ma-quiavélico de devaluar, ya que le explotará en la cara al go-bierno en el momento en que está tratando de solidificar, infructuosamente debo añadir, la imagen del heredero del “caudillo” que solo ha logrado ingresar a la lista de políticos propietarios de frases estúpi-damente históricas al inventar una nueva categoría de padres sin hijos.
Por Alí Cárdenas
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