logo azul

El próximo año, sin falta

Categorías

Opiniones

El próximo año, sin falta

A ver, jovencito, sus papeles. No tengo papeles, oficial. Por qué no tiene papeles. Los he perdido, los he dejado en casa. Dónde está su casa. Eso depende. De qué depende. Del mes, del año. Ahora mismo, dónde está su casa. Mi casa está donde duermen mi esposa y mi hija menor.

 

No me diga que tiene esposa, pensé que usted tenía esposo. Nada es lo que parece, jefe, todo va cambiando. Ya veo, o sea que ha tenido esposo. Bueno, no, pero casi. Casi qué. Casi nos casamos, no se pudo. Por qué no se pudo, será que usted no quiso. Yo no quise, es verdad, pero tampoco se podía, y ahora se puede o pronto se podrá y, sin embargo, ya no es tiempo para mí, ahora tengo otras prioridades. Cuáles son sus prioridades.

 

La más urgente es llegar vivo a fin de año. Veo que tenemos problemas de salud. Quién no los tiene, a mi edad quién no los tiene. Qué edad tiene. Me dicen que he cumplido cuarenta y ocho. Quién le dice eso. Los que saben cuándo nací, mi madre por ejemplo, a mí no me consta que nací el día y el año que ella afirma, puede que se equivoque, no me fío tanto de su memoria. Cómo está su señora madre. Espléndida, estupenda, mejor que nunca. Dicen que ha heredado. Eso dicen, no me consta. Dicen que usted ha heredado.

 

Solo he heredado problemas. Dicen que usted es millonario. Siempre he sido de clase media y me las he ingeniado para vivir como millonario, la simulación es un arte. No me hable en difícil, dígame cuánta plata tiene. No lo sé, es relativo, depende. De qué depende. De la moneda en que contamos: si contamos en pesos argentinos tal vez soy millonario, si contamos en libras esterlinas me parece que no. Pero usted en qué moneda ahorra.

 

Yo no ahorro, yo invierto. Ya, o sea que es inversionista. Podría decirse eso, o podría decirse que soy especulador. En qué especula usted. Yo especulo en que al final tengo éxito, mi éxito es una especulación, una conjetura. Vamos a ver, dígame si usted trabaja. Trabajo, por supuesto, todos los días trabajo. En qué trabaja. En mi casa. Cómo que en su casa. Bueno, escribo en un cuarto de mi casa. Qué escribe. Cosas. Qué cosas. Novelas. Ya, es escritor de telenovelas. Bueno fuera, ganaría más plata. Y qué cuenta en sus novelas. La misma historia de siempre, la historia de un tipo al que le toca perder pero que cree que en la siguiente ronda le tocará ganar.

 

Pero no gana. No gana, pierde, pierde siempre. O sea que es usted un perdedor. Sin duda, jefe, sin duda, pero, bien mirado, si me quedo trabajando en mi casa, podría decir que soy un ganador, digamos que he encontrado una manera de ganarme la vida sin salir de casa, eso ya es un pequeño triunfo. Cuáles son sus sueños. No tengo. Cuáles son sus ambiciones. No tengo. Cuál es su patria. Carezco de patria. Adónde quiere llegar en la vida. Aquí mismo, a este lugar en el que estamos. Se puede decir entonces que ha cumplido sus objetivos. Sí, se puede decir eso, también se puede decir que solo trazo unos objetivos que ya he cumplido, así no me siento frustrado. Defínase: ocupación, sexo, nacionalidad, raza, estado civil. Ocupación: artista. Artista de qué. Artista de la farándula. O sea, vedette. Eso, vedette.

 

O sea, puta. Podría decirse, sí, o puto, según sea el requerimiento. Pero ahora tiene esposa, me dijo. Sí, esposa e hija menor. Cómo se llama. Cómo se llama quién, jefe. Cómo se llama lo que quería decirle…ah ya, pero dígame, usted es macho o tira para el otro equipo. No, macho no soy, tiro para el otro equipo, y si no hay otro equipo lo armo enseguida y juego de capitán. Pero, dígame, qué cosa es lo que más le gusta. Tirar, oficial. Tirar con quién. Con quien sea, oiga, no están los tiempos para ponerse quisquilloso. O sea que usted es todoterreno. Así es, cuatro por cuatro. Ya veo, le gusta ponerse en cuatro. Me encanta, soy pasivo. Eso leí que decían los periódicos, que es usted pasivo.

 

Lo soy, sí. Y entonces qué carajo hace casado y con hija. Tres hijas, oficial, tres hijas, qué le parece para ser cabrito. Pues es usted un cabro muy raro, a mi modo de ver. No lo crea, oiga, nada es lo que parece, a mí lo que me gusta es tirar, sea con quien sea. No me mire así, compórtese, párase derecho, déjese de mariconadas, carajo. Relájese, oficial, no se ponga tan estricto, todos podemos ser un poquito putos, es cuestión de estar dispuesto a experimentar.

 

Experimente usted, yo estoy muy contento siendo varón. Dios bendiga su virilidad, oficial, Dios bendiga su culo invicto. Un culo no se bendice, no diga estupideces. Depende de qué culo, oiga usted, hay culos benditos. En eso tiene razón. Míreme el culo, oficial, dígame si le parece que tengo buen culo. Dese vuelta, carajo, míreme a los ojos, no me distraiga. Mil disculpas.

 

Ya no me acuerdo lo que le estaba diciendo. Yo tampoco, da igual. Cómo así fue usted tan huevón de pelearse con sus hijas y botarlas de su casa, a ver, dígame. No me toque el tema, oficial, que me pongo a llorar. Eso no se hace, oiga, eso no se hace. De acuerdo, eso no se hace. Y entonces por qué lo hizo, en qué carajo estaba pensando. No estaba pensando, estaba drogado. Eso le pasa por imbécil, por drogarse. Tiene usted razón, aunque tampoco le voy a mentir, de vez en cuando me gusta drogarme. Vicioso es usted, malogrado, quemado.

 

Un poco malogrado, tampoco tanto. Para mí usted ya quemó, ya fue. Puede ser, pero al final todos vamos a terminar quemados. Dónde están sus hijas. No tengo idea. Desconoce su paradero. Desconozco mayormente: las mayores son mayores de edad y hacen lo que les parece y la menor está durmiendo en mi casa. Con quién duerme. Con María. María será su esposa. No, es mi nana. La nana de su hija, quiere decir. No, jefe, mi nana, la nana de mi esposa y la nana de mi hija, ella nos cuida a los tres. La nana: si será usted pituco, carajo, cómo va a tener nana a su edad.

 

Yo siempre he tenido nana, oficial, no sé lo que es vivir sin nana, así me acostumbraron mis papás. Qué fue de su señor padre. Falleció, oficial. Mi más sentido pésame, que en paz descanse. La paz que no tuvo en vida, oficial. Imposible tener paz teniendo de hijo a una joyita como usted: a mí me sale un hijo chueco como usted y lo enderezo a patadas, lo meto en colegio militar y lo de-sahuevo a punta de correa. Suerte que no soy su hijo, jefe, mejor para los dos. Me estaba contando de sus hijas. Le decía que ya son mayores de edad. Qué estudian.

 

No sé. Dónde viven. No sé con exactitud. Con quién viven. No sé responder, no les he preguntado, no me gusta invadir su privacidad. Qué clase de padre degenerado es usted, carajo. Lo mismo digo yo, oficial, pero que las quiero, las quiero, y ellas lo saben. Pendejadas, el amor se demuestra. Sí, claro, yo lo demuestro siempre. Cómo lo demuestra, si no las ve nunca. Pagando las cuentas, eso ya es algo: que otros se hagan las fotos, yo soy el que paga la cuenta y no jode ni se mete donde no es bienvenido.

 

Y de dónde saca la plata para pagar las cuentas así tan tranquilito. De mis inversiones, jefe, ya le dije que soy inversionista. En qué invierte. Eso no sé. Cómo que no sabe. Eso lo sabe mi hermano, él es el que maneja un fondo de inversión. Ah carajo, su hermano. Mi hermano, sí, yo soy su hermano pero no sé nada. Qué suerte, pues. Suerte, sí, oficial: yo le doy la plata y él la mueve y me da las ganancias cada tres meses y yo no le pregunto en qué la invierte porque para qué le voy a complicar la vida. Y la plata que usted le da a su hermano, de dónde la saca. De mi madre.

 

Entonces sí ha heredado de su señora madre. No, ella me presta, yo invierto su plata, mi hermano me da la ganancia y luego le pago el capital a mi madre. Ah carajo, qué bonita familia. Linda familia, nos queremos mucho. Oiga, y por qué se pasó el semáforo en rojo, qué cree, que somos cojudos, que no lo vemos. No diga eso, el cojudo soy yo, no vi el rojo, pensé que era naranja, soy daltónico.

 

Ya, el mismo cuento de siempre, no vi el rojo, a ver si no ve el rojo cuando va a cachar al cinco y medio, allí sí que ve el rojo del cuarto que está libre. Yo no cacho, oficial, yo hago el amor. Mariconadas, qué amor ni qué carajo. Cómo puedo colaborarle, jefe. Mire, justamente quería comentarle que estamos organizando una kermesse y no sé si a usted le gustaría comprarme un ticket para la rifa. Con mucho gusto, a cómo sale el ticket. Para usted, a diez soles. Y qué se rifa. Cómo que qué se rifa. Qué se rifa en la rifa, usted me dijo que hay una rifa en la kermesse. No hable huevadas, oiga, hay una rifa pero no se rifa nada. Ah ya, entiendo. Y cuándo regresa a la televisión. El próximo año sin falta, oficial, allí nos vemos.

 

Por Jaime Bayly

Comparte esta noticia:

Contáctanos

Envíe sus comentarios, informaciones, preguntas, dudas y síguenos en nuestras redes sociales

Publicidad

Si desea obtener información acerca de
cómo publicar con nosotros puedes Escríbirnos

Nuestro Boletín de noticias

Suscríbase a nuestro boletín y le enviaremos por correo electrónico las últimas publicaciones.