La teoría del magnicidio ha sido eje central en el discurso de los gobiernos que basan su acción de gobierno en crear amenazas o enemigos muchas veces ficticios con la única razón de desviar la atención de los principales problemas del país e intentar unificar al pueblo en torno a un supuesto interés superior.
En Venezuela y sobre todo en la era Chávez la figura del magnicidio fue elemento de opinión pública en múltiples oportunidades, a un punto que ya empezó a perder incluso interés o credibilidad en el colectivo del país. Miles de teorías de conspiración y cero culpables más allá de los clásicos como la CIA, el imperio, la oposición entre otros fueron el pan cotidiano en los últimos años.
Ahora Maduro se estrena en el campo de la teoría del magnicidio, en medio de una profunda crisis como la que vive el país y de una acentuada crisis política que vive el PSUV como estrategia para disipar los problemas del país y para unificar o al menos intentarlo a las filas del PSUV y el GPP. Pero los venezolanos no comemos cuento, vimos con asombro como semanas antes de que el ministro de Interior y Justicia denunciara la detención de dos ciudadanos y la presunta conspiración, el periodista Miguel Salazar describía exactamente lo ocurrido, dejando claramente en evidencia el montaje que este gobierno pretende nuevamente realizar para evitar discutir los problemas del venezolano.
Que lo entienda Maduro y su gobierno, nosotros sí vamos a sacarlos del poder, pero por la vía democrática, triunfaremos con el apoyo del pueblo y con la Constitución en la mano, dejen de creer en pajaritos preñados y dedíquense a solucionar los problemas más sentidos del país.
Vicepresidente Concejo Municipal El Hatillo
@ebattistini
Por Eduardo Battistini